José Andrés «Podemos dar cinco millones de comidas a los afectados por la pandemia»

[SHAKIRA]

Es uno de los personajes más influyentes de Estados Unidos. Cocinero y empresario de éxito, creador de un gran imperio culinario en ese país, con más de 2.000 empleados y una veintena de restaurantes, entre ellos Jaleo, el primer bar de tapas que hubo en Washington; Minibar, cuyos doce asientos en la barra son objeto de deseo por parte de los personajes más poderosos de la sociedad estadounidense, o ese Mercado Little Spain que abrió en Nueva York en colaboración con los hermanos Adriá, un espacio de 4.000 metros cuadrados dedicado a la comida española «popular y de calidad» con enorme éxito ente los neoyorquinos.José Andrés (50 años) lleva años trabajando incansable para situar los productos españoles en aquel país. Pero este asturiano criado en Barcelona es mucho más que un cocinero y un empresario. Aprovecha su popularidad para implicarse a fondo en causas sociales. Firme defensor de los emigrantes frente a Trump, impulsor de un comedor social que alimenta a miles de personas en zonas pobres de la capital, se presenta voluntario para dar de comer a los damnificados por cualquier catástrofe. En Haití, Puerto Rico o California ha estado al frente de su organización sin fines de lucro World Central Kitchen. Y ahora, cuando el coronavirus hace estragos también en Estados Unidos, ha vuelto a situarse frente a la catástrofe para dar la batalla de la alimentación en «una guerra en la cual todos somos soldados. Unos quedándose en casa y cuidando a los suyos, otros trabajando en los supermercados que nos ayudan a alimentar a nuestras familias, otros cocinando y alimentando a los servicios de emergencia… y todos apoyando a esos héroes que están en un frente que son los hospitales del mundo, salvando vidas a la vez que arriesgan las suyas». Hablamos con él aprovechando un breve momento de relax en su incansable actividad de estos días.Por adelantadoAnticipándose a las decisiones de los políticos y de casi todos sus colegas, el pasado día 15 anunció el cierre de sus restaurantes. Como anunció en Twitter (donde tiene más de 850.000 seguidores), la seguridad de los empleados y de los clientes era prioritaria. A partir de ese momento, las cocinas de esos establecimientos se dedicaron a elaborar comida para llevar «a aquellos que más lo necesitan». Siempre bajo un estricto protocolo de seguridad, buscando la máxima protección de sus empleados y colaboradores. Durante la charla telefónica insiste mucho en este aspecto y lo reitera, «máxima protección». World Central Kitchen, la organización benéfica que fundó en 2010, ya sirve estos días 125.000 menús en varios estados del país, «y estamos preparados para llegar hasta cinco millones». A la vez, está donando miles de mascarillas a cocinas y hospitales.José Andrés considera que la gestión de los políticos no ha sido buena en casi ningún lugar del mundo, «pero aquí en EE.UU hay mucha desigualdad, y eso me preocupa especialmente». En uno de sus tuits animaba a sus colegas para que se dediquen «a alimentar ancianos, familias vulnerables y personal sanitario que trabaja contra la pandemia. Hagamos de los alimentos la solución, no el problema».Apoyo federalPara ello ha pedido al Congreso apoyo federal para alimentar a esos ciudadanos más necesitados en todo el país y al mismo tiempo salvar millones de empleos en la hostelería. Su lucha incesante le ha llevado a la portada de esta semana de la revista «Time», como uno de los protagonistas en la lucha de la sociedad contra la pandemia. Tiempos difíciles, pero el cocinero lanza un mensaje de optimismo: «Antes de que nos demos cuenta, nuestros restaurantes volverán a estar llenos, nuestros empleados seguirán trabajando, y todos, toda la gente, seremos más fuertes que nunca».

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