La OCDE ya alerta de que el coronavirus ha superado sus peores previsiones económicas

[SHAKIRA]

Cada día de expansión del brote del coronavirus redobla la presión a la UEpara sacar la artillería y enjaretar un auténtico paquete de estímulo común. Ayer fue la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la que se elevó la presión a través de su secretario general, el mexicano Ángel Gurría. «Ya hemos superado incluso el escenario más grave que contemplábamos», lamenta en un artículo en la página web del organismo que lleva el inequívoco título de «Acciones conjuntas para ganar una guerra». En otras palabras, el llamado «club de los países ricos» –que engloba a las 35 economías más desarrolladas– observa que el crecimiento mundial no pasará del 1,5%, el más bajo desde 2009, y que Japón y Europa entrarán en recesión. Así lo recogía en sus previsiones publicadas hace escasamente tres semanas, en las que dibujaba un escenario central y otro adverso en el que la epidemia se enquistaba. Ya estamos en esa situación y las estimaciones son incluso peores. Para ganar esta «guerra» contra el coronavirus, Gurría plantea echar mano de armamento pesado en lo económico. «Necesitamos liderazgo, conocimiento y un nivel de ambición similar al del Plan Marshall, por el que se creó la OCDE, y una visión como la que inspiró el New Deal, pero a escala planetaria», sostiene.El lenguaje bélico no es casual. El Plan Marshall sucedió a la II Guerra Mundial y evitó un estancamiento perenne. Ahora Gurría observa que la del coronavirus es «la tercera y mayor crisis económica, financiera y social del siglo XXI tras el 11-S y la crisis financiera mundial de 2008». En cuanto a la referencia al New Deal , el estímulo que aprobó el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt para frenar el desempleo masivo que siguió al «crack» de 1929, Gurría explica que a la crisis sanitaria le seguirá una sacudida en el mercado laboral. «Incluso después de que haya pasado lo peor de la crisis sanitaria, la población tendrá que enfrentarse a la crisis de empleo que sobrevendrá», alerta. Para ello, más allá de las políticas que apruebe un país u otro –«respuestas sueltas e inconsistentes» como las llama Gurria–, «la única forma de reactivar nuestras economías de manera rápida y contundente es a través de acciones inmediatas, coordinadas y a gran escala». En varias partes de su artículo, Gurría destaca que «la coordinación de los bancos centrales es digna de elogio». Ahora hace falta algo más.Un mensaje contundente a días de que arranque el próximo Eurogrupo del martes, que discutirá una «línea de defensa adicional» para combatir el impacto del coronavirus, tal y como anunció ayer el ministro de Economía portugués y presidente del organismo, Mário Centeno. Después de que el pasado viernes la Comisión Europea defendiera suspender temporalmente el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que fija límites al déficit (3% del PIB) y la deuda pública (60%), Bruselas tratará de conseguir un paso más de Berlín: la antigua pupila de la canciller Angela Merkel y ahora presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, abrió la puerta el pasado viernes a la emisión de deuda mutualizada, los llamados «coronabonos».Hasta entonces, cada país se enfrenta a su propia batalla contra el brote. En este sentido, Gurría enumera una serie de medidas de cara a los estados para combatir las consecuencias económicas del parón que ha traído la enfermedad. Para el mercado laboral recomienda «planes de empleo a corto plazo, menos requisitos para beneficiarse de la prestación por desempleo, ayudas directas a los trabajadores autónomos y apoyo a los más vulnerables». El secretario general, que se reunió hace dos semanas con el presidente del Gobierno, Pedro sánchez, también reclama «aplazamientos» de impuestos y «reducciones o moratorias temporales del IVA» además de «mayores oportunidades de financiación mediante líneas de crédito o avales públicos y paquetes de medidas especiales para pymes, especialmente en los sectores del turismo y los servicios».España ya ha aprobado algunas de estas medidas, con un paquete de avales públicos de 100.000 millones, aplazamientos tributarios y facilidades para el cobro de paro a autónomos y afectados por ERTE. El próximo martes, tanto el Ejecutivo como el Eurogrupo se juegan aprobar más medidas para una crisis cuya virulencia parece que no deja de ganar enteros.

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