Portugal, el terreno abonado para los bancos españoles

[Amaya]

Salto adelante de Abanca. La entidad gallega ha tomado posiciones en Portugal tras hacerse con el 95% de EuroBic. De esta forma, confirma su apuesta dual en la península ibérica después de haber adquirido la red de oficinas que tenía Deutsche Bank en el país vecino. El resultado es que la firma presidida por Juan Carlos Escotet se alza así como la sexta al otro lado de la frontera y alcanza ya los 100.000 millones de euros en cuanto a volumen de negocio, gracias a sus 2,8 millones de clientes (350.000 de los cuales en territorio luso, donde su número de oficinas se eleva a 250). Abanca ha aprovechado un momento muy determinado para absorber EuroBic, en vista de que su principal accionista, Isabel dos Santos, se halla inmersa en un laberinto de supuesta corrupción tras años beneficiándose de las operaciones que le servía en bandeja su padre, el exdictador angolano José Eduardo dos Santos. La anterior presidenta de la petrolera estatal de la excolonia portuguesa y mujer más rica de África ostentaba el paquete mayoritario de acciones de EuroBic, un 42,5%, y resulta que la investigación internacional (conocida como «Luanda Leaks») puesta en marcha sobre su desmesurada fortuna personal ha variado sus planes hasta el punto de buscar una venta lo más rápido posible. Rápido movimiento Escotet ha movido ficha a toda velocidad en su estrategia expansiva y, a partir de ahora, puede comenzar a recoger sus frutos en forma de gran avance en el panorama bancario de Portugal, donde ya están presentes el Santander y Caixabank, además de BBVA y Bankinter. Es decir, el mercado vecino se ha convertido en terreno abonado para la prolongación de las entidades españolas más pujantes y, de paso, sacan ventaja de su solvencia justo cuando los bancos lusos se encuentran en unas difíciles circunstancias, tal cual demuestran tanto Novo Banco como Caixa Geral. Lo cierto es que el negocio cerrado por el ejecutivo madrileño queda a expensas de una auditoría que retrate el estado de las cuentas de EuroBic y de la autorización de los reguladores financieros de Lisboa, pero todo indica que saldrá adelante. Es la mejor salida para Isabel dos Santos después de haber puesto en pie un complejo entramado de 400 sociedades con ramificaciones en 41 países. Todo con la complicidad de numerosos equipos de abogados y asesores que se llevaban suculentos dividendos. De este modo, Abanca ha pescado en río revuelto. Mucho más cuando Portugal ha decidido congelar las cuentas de la ambiciosa mujer (aunque ella lo sospechaba y desvió a tiempo fuertes sumas de dinero a otros lugares). Han transcurrido únicamente ocho meses desde que Abanca se lanzó de lleno a la conquista del mercado portugués, antesala para dotarse de una estructura encabezada por Pedro Pimenta. Una proyección al alza Es el segmento de la inversión el que más permite a la firma gallega erigirse en un polo financiero con creciente proyección. Así, se ha hecho fuerte en el terreno de la comercialización de fondos internacionales (con una cuota de mercado del 35%). ¿Y qué ventajas tiene para el cliente? Pues el impulso a la financiación de sus planes o un extenso catálogo de productos (algunos muy novedosos), por citar solo dos ejemplos. En consecuencia, Abanca se suma a la explotación de la potencialidad financiera desarrollada desde Lisboa en los últimos años, algo que no sería posible si los indicadores económicos lusos no lucieran tan saneados. El banco gallego continúa creciendo en los dos últimos años y Juan Carlos Escotet sigue firme en sus intenciones de recortar posiciones en relación al Santander, líder en Portugal pero al que cada vez mira más de cerca debido a su política de inversiones. La entidad dirigida por Ana Patricia Botín puede presumir de una ratio de eficiencia del 44,8% en el país vecino, pero Abanca está desarrollando un manual de opciones que cada vez resultan más atractivas a sus clientes. Años atrás los portugueses llegaron a hablar de «temor ante la avalancha española», en referencia a la ofensiva de los principales bancos de Madrid, Barcelona o La Coruña para cruzar la «raya». Sin embargo, en esta nueva fase no parece haber rastro de semejantes fantasmas, absurdos si tenemos en cuenta que no despertaba entonces recelo el dominio angolano… cuando hoy todo apunta a que el Banco de Portugal tenía que haber tomado más precauciones alrededor de la maquinaria engrasada por la polémica Isabel dos Santos. El crecimiento de Abanca en su ensanchamiento de límites puede incluso reactivar los proyectos de otras firmas de cara a establecerse y crecer en Lisboa y Oporto. Una pesadilla bajo sospecha «Los tiempos están cambiando, que diría Dylan». Es lo que debe pensar Isabel dos Santos al hilo del cerco a su imperio financiero. Pues sí, la mutación es abismal para la mujer más rica de África, que llegó a ser la auténtica pesadilla de Caixabank cuando torpedeaba todos y cada uno de sus movimientos para controlar el portugués BPI. Hoy, sin embargo, se ha cruzado en términos completamente distintos en el camino de otros ejecutivos españoles: los de Abanca. 2020 ha comenzado para esta empresaria con prisas por conseguir liquidez con tal de escapar a las investigaciones sobre su sospechoso «modus operandi». 37 años se mantuvo en el poder su padre, el exdictador José Eduardo dos Santos, mientras el pueblo angolano languidecía como uno de los más pobres del continente y la inflación desmesurada convertía la capital del país, Luanda, en la ciudad más cara del mundo. Por eso a ella no le quedaba más remedio que vender EuroBic.

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