Este es el acueducto más largo del Imperio romano

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El abastecimiento de agua en las ciudades fue uno de los grandes hitos de la antigua Roma y para ello se construyeron impresionantes acueductos.

El Aqua Marcia, inaugurado en el 144 a.C., fue el acueducto más largo de cuantos nutrieron la antigua Roma. A lo largo de sus impresionantes 91 kilómetros, esta obra maestra transportaba agua desde las frescas y puras fuentes del río Anio hasta el corazón de Roma, impactando profundamente en la vida cotidiana y el desarrollo urbano. Su construcción marcó un hito en la historia de la ingeniería hidráulica, reflejo del poderío y la avanzada tecnología del Imperio romano.

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Restos del Aqua Marcia. Lalupa / Wikimedia

Agua corriente en la antigua Roma

En el siglo II a.C., Roma se encontraba en una fase intensa de expansión territorial durante la etapa republicana, consolidando su dominio sobre extensas regiones del Mediterráneo. Este periodo de conquistas no solo amplió las fronteras romanas, sino que también intensificó la demanda de recursos y servicios en la capital. La creciente población y la urbanización acelerada exigían infraestructuras capaces de sostener el auge demográfico y mantener la estabilidad social.

Fue en este contexto donde emergieron figuras como Catón el Viejo. Conocido por su rigidez moral y su papel en la política romana, Catón fue crucial en la regulación del uso del agua y la lucha contra la corrupción en los recursos existentes. Ante la insuficiencia de los acueductos anteriores, el Senado encargó la construcción de uno nuevo, tarea que recayó en Quinto Marcio Rex. Como pretor, y más tarde antepasado de Julio César, Marcio Rex supervisó la creación del Aqua Marcia, destinada a mejorar significativamente el abastecimiento de agua y, con ello, la vida en Roma.

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Parte aún visible del acueducto Marcio. Chris / Wikimedia

La construcción del Aqua Marcia

Iniciada en el año 144 a.C., la construcción del Aqua Marcia fue una empresa titánica que reflejó el ambicioso programa de obras públicas de Roma. Bajo la supervisión de Quinto Marcio Rex, el acueducto fue diseñado para captar el agua de las fuentes del alto valle del río Anio, conocido por la pureza y frescura de sus aguas. Este proyecto implicó retos de ingeniería significativos, como la necesidad de mantener una pendiente precisa a lo largo de su extenso recorrido para asegurar un flujo constante, y desafíos logísticos, dado que el terreno variaba desde planicies hasta montañas escarpadas.

El Aqua Marcia innovó en el uso de arcos de piedra para elevar el canal sobre valles y depresiones, marcando la primera vez que un acueducto romano empleaba esta técnica en su tramo final hacia la ciudad. Estos arcos no solo aseguraban la continuidad y eficacia del flujo de agua, sino que también se convertían en imponentes símbolos del dominio romano sobre la naturaleza.

Hoy en día, se pueden admirar tramos del Aqua Marcia en varios lugares. Puentes como el Ponte Lupo y el Ponte degli Arci en Tívoli son ejemplos duraderos de la antigua ingeniería romana. Estos arcos monumentales, que antaño cruzaban paisajes rurales, ahora se integran en entornos urbanos, donde sirven como recordatorios visuales de la antigua grandeza romana y su avanzada tecnología. Estas estructuras cumplían una función utilitaria y, además, embellecían el paisaje, reflejando el orgullo y la estética de una civilización que valoraba tanto la eficacia como la belleza.

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Mapa con el recorrido que realizaba el Aqua Marcia. Cassius Ahenobarbus / Wikimedia

Ingeniería clave para la vida cotidiana

El Aqua Marcia revolucionó la vida en Roma al proporcionar un suministro constante y abundante de agua potable, transformando así la salud pública y el bienestar general de sus habitantes. Esta monumental obra de ingeniería facilitó el funcionamiento de las termas públicas, las fuentes ornamentales y las necesidades domésticas de una creciente metrópoli. Además, el agua del Aqua Marcia era conocida por su calidad excepcional, siendo preferida incluso para el consumo del emperador y su corte.

A lo largo de los siglos, el acueducto más largo de la antigua Roma sufrió varias restauraciones y modificaciones que reflejan su importancia continua para Roma. En el 33 a.C., Agripa realizó la primera gran reparación y ampliación como parte de su reforma general de los sistemas hídricos de la ciudad. Más tarde, el emperador Augusto también ordenó una reconstrucción significativa entre el 11 y el 4 a.C., durante la cual se duplicó su rendimiento mediante la adición de una nueva fuente, la Augusta. Estas intervenciones aseguraron la eficacia y la extensión del acueducto, y reafirmaron el compromiso romano con la ingeniería civil como pilar de su imperio y bienestar público.

El Aqua Marcia es un testimonio del ingenio romano y ha dejado un legado duradero en la ingeniería hidráulica. Sus técnicas innovadoras y su escala monumental han influenciado numerosos proyectos de infraestructura en todo el mundo, estableciendo principios fundamentales que se aplicaron en la construcción de acueductos modernos. La capacidad de los ingenieros romanos para diseñar un sistema que eficientemente transportaba agua a lo largo de grandes distancias ha sido estudiada y emulada hasta nuestros días.

En la actualidad, partes del Aqua Marcia siguen en pie, sin embargo, el desafío de conservar estas estructuras antiguas es considerable. Esfuerzos de conservación han sido implementados para mantener y proteger estos vestigios históricos, con restauraciones que buscan preservar tanto su integridad estructural como su valor histórico y cultural. Estas iniciativas son fundamentales para asegurar que futuras generaciones puedan apreciar y aprender de esta maravilla de la antigua tecnología romana.

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El Ponte Lupo formaba parte del recorrido del Aqua Marcia. Rjdeadly / Wikimedia

El Aqua Marcia simboliza el ingenio de Roma y sus acueductos, encarnando la habilidad romana para dominar su entorno. Su relevancia perdura, ofreciendo valiosas lecciones en la historia de la ingeniería y la gestión del agua que siguen inspirando a la humanidad en su avance hacia el futuro.

muyinteresante.es / Fran Navarro, 29 mayo 2024