El oso panda no es herbívoro

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¿Es herbívoro o carnívoro el panda gigante? Lo cierto es que a pesar de que come sobre todo bambú, este animal está clasificado como carnívoro.

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El oso panda o panda gigante, con su adorable pelaje blanco y negro y su comportamiento pacífico y divertido, es uno de los animales más queridos en todo el mundo. Cuando imaginamos un oso panda, lo visualizamos claramente comiendo toneladas de bambú todo el tiempo. Con esta asociación, lo habitual es pensar que se trata de un animal herbívoro. Pero, ¿es así? A pesar de que se consideran herbívoros porque se alimentan principalmente de tallos y hojas de bambú (en esencia, porque es una fuente de alimento muy abundante y fácil de conseguir), están clasificados como carnívoros. Fisiológicamente, son carnívoros y sus cuerpos tienen la capacidad de digerir la carne. Si alguna vez comen carne (que lo hacen de vez en cuando, en forma de roedores, aves o carroña), también pueden digerirla. Los sistemas metabólicos de estos animales están adaptados para digerir una gran cantidad de proteínas presentes en su dieta, tal y como ocurre con los leones o los lobos.

Así las cosas, el panda gigante a pesar de ser un vegetariano consumado, pertenece a un grupo de mamíferos llamado Carnivora, llamado así porque casi todos ellos (como las hienas, las mangostas o los mapaches), comen carne. Pero la dieta de bambú del panda gigante, y poco más, lo convierte en vegetariano. Aunque el bambú, nutricionalmente hablando, parece un tipo de carne, según apuntan científicos de la Academia de Ciencias de China.

Incidencias evolutivas

A diferencia de sus primos carnívoros, el panda gigante se alimenta de bambú, lo que constituye casi el 99% de su dieta. Son tan eficientes en su digestión de bambú que pueden llegar a comer hasta 28 kilos de esta planta al día. Pero, ¿por qué motivo? Esta preferencia dietética es un ejemplo fascinante de cómo las especies pueden evolucionar y adaptarse para sobrevivir en nichos ecológicos únicos. Según un amplio abanico de estudios, los pandas gigantes al principio eran carnívoros. Sin embargo, con el paso del tiempo, su carácter pacífico les hizo adaptarse a este cambio, modificando su modo de alimentación al bambú en vez de a cazar presas, y transformándose en vegetariano, como si de una elección humana se tratara.

Es un proceso que ha llevado millones de años y en el que destaca que, a diferencia de los herbívoros, el panda gigante carece de un tracto digestivo largo y especializado para descomponer la celulosa (material vegetal) de manera eficiente, pero ha desarrollado algunas adaptaciones especiales para paliar este obstáculo en su camino por poseer una dieta fundamentalmente de bambú. Su intestino, por ejemplo, alberga bacterias únicas que ayudan, aunque de manera ineficiente, a descomponer la celulosa. Otra de esas adaptaciones es un hueso único de la muñeca que funciona como un pulgar oponible, pero es un falso pulgar (no es como el nuestro). Esta característica ayuda al panda gigante a agarrar y manipular los tallos de bambú con una gran destreza. De la misma forma, el panda gigante ha desarrollado una mandíbula y dientes fuertes para aplastar los duros brotes, hojas y tallos de bambú.

Eso sí, las antiguas poblaciones de pandas habrían tenido una dieta más compleja y variada y habrían comido carne. Aunque se desconoce qué comían exactamente, investigaciones recientes han concluido que los pandas cambiaron de dieta carnívora y omnívora a herbívora y de esta, a una especializada en bambú, una etapa que no llegó hasta el Holoceno. Un cambio que quizá tuvo lugar a causa de un cambio de hábitat, aunque serán necesarios más estudios y analizar más muestras para llegar a una conclusión definitiva.

Ya no está en peligro de extinción

China considera a los pandas gigantes un tesoro nacional y los utiliza en las relaciones diplomáticas en una práctica conocida como "diplomacia panda", donde prestan pandas a otros países como gesto de buena voluntad, para reflejar los lazos de “amistad y cooperación” con los que se firman contratos 'de alquiler' y se ceden animales para investigación, conservación y reproducción. Gracias a estos contratos y a enormes esfuerzos de conservación, en tan solo cuatro décadas, el panda gigante ha dejado de estar en la lista de animales en peligro de extinción. Aunque parece que esta herramienta de diplomacia está tocando a su fin, ya que en noviembre de 2023 la nación asiática ha empezado a reclamar a varios países que le devuelvan sus osos panda. China está haciendo ahora todo lo que está en su mano para finalizar todos estos contratos y que sus osos panda vuelvan a su lugar de origen.

muyinteresante.es / Sarah Romero, 14/11/2023