Hay tres tipos de relaciones amorosas, ¿sabes cuál es la tuya?

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Hay tres tipos de relaciones amorosas, ¿sabes cuál es la tuya?



Hoy en día hay muchos tipos de relaciones pero… ¿cómo saber si la nuestra es sana o si estamos en una historia que hemos normalizado pero que no nos permitirá crecer? ¿Cómo identificarlas y diferenciarlas? A veces estoy un poco confundida.

En la mayoría de casos, cuando hablamos de relaciones, la principal dificultad es saber distinguir si lo que vivimos está bien y es normal y sano, o si estamos ante un caso de relación tóxica, que nos impide crecer y sentir verdadera ilusión por la vida. Está claro que hay muchos tipos de relaciones de pareja, pero entre todos ellos debemos distinguir tres grandes grupos:

-Las relaciones basadas en el amor de pareja.
-Las relaciones basadas en un amor fraternal.
-Las relaciones basadas en el desamor (relaciones tóxicas con dependencia emocional).
Por otro lado, para que una relación de pareja sea completa y satisfactoria hay tres pilares que deben funcionar correctamente: la parte sexual, la parte de amistad y la parte de compasión hacia la otra persona.


Relaciones basadas en el amor de pareja
Cuando la relación está basada en el amor, estos tres pilares son fuertes y satisfactorios. Ambos nos ponemos de acuerdo en aquello que esperamos de nuestro vínculo y nos sentimos cómodos con ello. Podemos ser parejas más tradicionales y conservadoras o más abiertas y flexibles. Podemos vivir juntos y compartirlo todo o podemos tener nuestras viviendas separadas y compartir parte de nuestro tiempo.

Una relación sana y basada en el amor, puede tener distintas formas. Lo importante es que los dos siempre sintamos que estamos a gusto y convencidos de aquello que hemos decidido ser y cómo hemos decidido estar. Y por otro lado, cuando hay algún conflicto o malestar, tratamos de resolverlo y buscar un nuevo punto de comodidad.

Relaciones basadas en el amor fraternal
Las viven aquellas parejas que están juntas por el cariño que se tienen, por la costumbre después de haber compartido muchas experiencias y vivencias o porque simplemente tienen miedo de enfrentarse de nuevo a tener que buscar y/o encontrar alguien más que no les conozca y con quien no tengan ese nivel de confianza. La pereza de tener que empezar de cero otra vez con otra persona o el miedo a perder a ese compañero de vida para siempre si deciden cortar la relación, les lleva a que normalicen aquello o que se resignen a ese tipo de amor que claramente no es completo.

Lo que ocurre es que en estos casos, a no ser que ambas personas sean asexuales (no tengan deseo sexual hacia terceros), es probable que se sientan atraídas en algún momento por alguien más, con lo que entonces deberán plantearse qué quieren hacer con esos sentimientos y deseos. Cuando esto ocurre, es el momento de cuestionarse el tipo de relación de pareja que tienen y si realmente encaja con la relación plena que desearían tener

Relaciones basadas en el desamor
Son aquellas que son tóxicas, dañinas y destructivas y de las que deberíamos huir siempre, lo antes posible.

Nos daremos cuenta de que ese es nuestro caso, porque de forma habitual estamos sufriendo, sentimos angustia o una permanente preocupación para evitar discusiones, enfados o reacciones de la otra persona que nos destrozan y nos hacen perder la autoestima. Puede que haya muchos celos (a veces justificados, otras no), mentiras o maltrato psicológico (que nos ninguneen y dejen de hablarnos, que nos humillen delante de los demás, que nos hagan sentir o creer que no valemos, que no somos nada y que nunca llegaremos a ninguna parte si nos vamos de la relación).

Debemos asegurarnos de que si estamos en una relación de pareja, esta sea claramente sana y basada en un amor maduro, consciente y real. De lo contrario, más tarde o más temprano tendremos que cuestionarnos si eso que vivimos vale la pena y es lo que sentimos que merecemos de verdad.

Apostar y quedarse con lo que uno siente que realmente merece debería ser el más importante de nuestros cometidos en la vida.