Consejos para motivar a un adolescente que quiere dejar de estudiar

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Consejos para motivar a un adolescente que quiere dejar de estudiar



La adolescencia es una de las épocas más complicadas en la vida de una persona. Época de cambios, de adaptación, de sentirse incomprendido, de no encontrar tu sitio en el mundo... prácticamente todos pasamos por este proceso. En él, una de las incógnitas que surge muchas veces está relacionada con los estudios, que pueden pasar a un segundo plano y que la motivación por seguir en el instituto se desvanezca.

Como padres y madres, lo principal es saber si se trata de una fase pasajera o de un hecho habitual en el hijo. Por ejemplo, cuando un niño o niña pasa de la escuela al instituto, puede ser normal que el rendimiento académico caiga porque necesita un periodo de adaptación al nuevo entorno. Por lo tanto, hay que darles un poco de margen y no alarmarse.

Otro problema que debemos tener en cuenta es la falta de comunicación entre padres y madres e hijos. Es normal que cada parte mire hacia su propio ombligo y no comprenda al otro, pero hay que hacer un esfuerzo por acercar posturas y entender el pensamiento opuesto.

Pero uno de los principales problemas es la falta de motivación escolar. Este puede tener dos orígenes: por una parte, los cambios físicos y psicológicos del adolescente, que provocan que su atención por los estudios disminuya y que aumente por todo aquello nuevo y que no podían hacer hasta el momento. Por otra parte, el sistema educativo, que impone materias poco motivadoras y obliga a estar 7 horas sentados en una silla sin demasiados estímulos positivos.

Consejos para motivar a un adolescente que no quiere estudiar

- Habla y escucha al adolescente: Puede ser complicado, pero hay que hablar con tranquilidad y entender sus inquietudes y su punto de vista. Es por ello que mantener una comunicación fluida con los hijos es sumamente importante.

- Encuentra el origen del problema: Si entendemos el motivo de la falta de motivación del adolescente, podemos buscar una solución. A veces los padres se centran demasiado en el rendimiento académico, sin fijarse en que pueden existir problemas que no vemos, como situaciones de bullying, trastornos alimenticios, etc.

- Ten más flexibilidad y déjale espacio: Dale margen para que dedique su tiempo a sus aficiones, como el deporte, la música, el baile o los videojuegos, pero que mantenga su compromiso con las tareas y obligaciones académicas. Como padre o madre, ten mano izquierda para librar las batallas diarias e intenta ser flexible para encontrar puntos intermedios entre las dos partes.

- Habla sobre su futuro: Saber qué quiere hacer el adolescente en los siguientes años es un punto muy importante. Deja que comparta contigo sus inquietudes y buscad información juntos. Ayúdale a marcarse objetivos a corto y largo plazo y apóyale.

Por lo tanto, como padres y madres, los tres puntos más importantes son escucharle, respetarle y guiarle.