Puy du Fou, un impresionante mundo para viajar en el tiempo

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Puy du Fou, un impresionante mundo para viajar en el tiempo

Visitar Puy du Fou España es dejar atrás el siglo XXI y adentrarse de lleno en la Historia de España. Emociónate con las hazañas del Cid, las aventuras de Lope de Vega y vuela con más de 200 aves junto con el Califa Abderramán



No es un parque temático, tampoco una clase de historia teatralizada protagonizada por maestros. Puy du Fou España es mucho más que todo eso. Es una experiencia emocionante que escolta a los visitantes a través de un inédito paseo por la historia. Cruzar el umbral de Puy du Fou España es un regalo para la curiosidad, el aprendizaje y las emociones puesto que al traspasar sus muros el visitante inicia un recorrido a través de la Historia de España.

El visitante puede revivir las hazañas de D. Rodrigo Díaz de Vivar, Cid Campeador, en un escenario insólito con una grada giratoria; las aventuras de Lope de Vega en un gigantesco Corral de Comedias; volar junto con más de 200 aves y rapaces con el Califa Abderramán III; degustar manjares de la época de Al-Andalus o presenciar en primera persona como se han ido forjando las espadas desde tiempos antiguos.

Es en Toledo, a tan solo 50 minutos desde Madrid, donde este nuevo mundo para viajar en el tiempo acaba de abrir sus puertas . En un maravilloso entorno natural de más de 30 hectáreas el visitante podrá pasear a través de cuatro poblados históricos -con sus mesones y casonas, puestos y talleres artesanales- donde se representan cuatro grandiosos espectáculos diurnos (tres interiores y uno al aire libre) y, como colofón final por la noche, el espectáculo más grande de España bautizado como “El Sueño de Toledo”, espectáculo con la que Puy du Fou desembarcó en España en 2019.

En un maravilloso entorno natural de más de 30 hectáreas el visitante podrá emocionarse con un viaje a través de la Historia
Este original viaje en el tiempo se hace realidad gracias a un gran despliegue de efectos especiales, medios técnicos, música, luces y, como no, gracias al talento de más de 300 actores, acróbatas y jinetes que se meten en la piel de más de dos mil personajes para recrear nuestra historia.

No es baladí que la antigua Toledo, la ciudad de las tres culturas, aquella que albergó entre sus callejuelas a cristianos, judíos y musulmanes, ciudad dos veces nombrada capital (del reino Visigodo primero; de uno de los Taifas, después), haya resultado la elegida por el parque histórico Puy du Fou para empezar su andadura extramuros. Sostiene Erwan de la Villéon, consejero delegado de Puy du Fou España, que Toledo posee una legitimación irrefutable para convertirse en el Parque de la Historia de España. “Si vas muy al norte, solo te toparás con la historia cristiana; si vas muy al sur, con la historia musulmana”. Indudablemente a esta razón de peso se le suma una localización privilegiada en el centro neurálgico de la península, a una hora en coche y a media hora en tren desde la capital.

El parque histórico de Puy du Fou se presenta como una apuesta valiente. Tras dos temporadas ofreciendo una única representación de El sueño de Toledo y cuando ya han finalizado las obras de ampliación, Puy du Fou acaba de abrir sus puertas con una oferta que seguro se convertirá en un gran empujón para la economía de Toledo, ciudad que por culpa de la pandemia y las restricciones de movilidad ha sufrido una considerable caída del turismo. Puy du Fou aterriza en España avalado por dos premios Applause Award al Mejor parque del mundo, además, puede presumir de ser el segundo parque más visitado de Francia después de Disneyland París.

A CABALLO ENTRE LA FÁBULA Y LA HISTORIA
Los espectáculos del parque pululan entre la historia y la leyenda. Entrelazan acontecimientos históricos y fábulas, dependiendo del montaje, en unos hay más dosis de historia y en otros más de tradición. Cada uno de los grandes espectáculos diurnos dura alrededor de 30 minutos, con varias funciones al día, acogiendo de 1.800 a 2.400 espectadores por representación; siempre adaptando el programa a la afluencia de visitantes del día para que todos puedan disfrutar sin colas y esperas.

La visita arranca y el primer espectáculo con el que se topa el visitante es El último cantar. El montaje, inspirado en la vida del Cid, se representan en el castillo de Vivar, una inmensa fortaleza visible desde todo el recinto. Gracias a las gradas rotatorias, el público repasará los episodios significativos de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, desde sus entrenamientos como escudero hasta su muerte en Valencia.

Deambulando por uno de los caminos que parten de la gran entrada al parque, se otea por el horizonte el segundo pabellón de espectáculos, es el que recrea un corral de comedias del siglo XVI. Allí se representa A Pluma y Espada, una obra inspirada en el paso de Lope de Vega por Toledo durante su destierro.

A la vera de la Venta de Isidro se encuentra el espectáculo Allende la Mar Océana, probablemente sea el más intenso de los cinco, puesto que consigue que el visitante se meta en la piel de la tripulación que acompañó a Cristóbal Colón hasta el nuevo mundo en 1.492 recreando la sensación de encontrarse a bordo de la Nao Santa María.

No hay oferta medieval sin cetrería. Aquellos que deseen disfrutar de la belleza y la elegancia de este espectáculo de aves tienen su cita en el espectáculo Cetrería de Reyes, representación que narra una tregua entre el conde Fernán Gómez y el califa Abderramán III tras la batalla de Simancas y con la que se finaliza la oferta diurna.

El Sueño de Toledo es la joya de la corona; este espectáculo nocturno es el más grande de nuestro país y arranca al anochecer con la niña María del Sagrario que camina hacia el río Tajo. La pequeña se encuentra con un viejo azacán quien le cuenta la Historia de España. Es un viaje a través de más de 1.500 años de la Historia de nuestro país, desde los visigodos hasta la Guerra Civil. Una narración que se sostiene gracias a un impresionante despliegue tecnológico de luz y sonido.

AMBIENTE DE ÉPOCA
Todos los rincones de Puy du Fou España respetan el ambiente y la decoración de la época de manera que el visitante se sienta teletransportado a través del tiempo. No hay más que caminar entre sus callejuelas para disfrutar de las aldeas de época en las que los visitantes pueden apreciar la labor de los oficios tradicionales de la mano de artesanos y adquirir recuerdos muy especiales.

Incluso los restaurantes respetan la esencia. De hecho, no son restaurantes al uso, sino mesones y casonas. Los únicos que desentonan entre tanta historia son los visitantes con sus ropajes del siglo XXI. Los cuatro poblados de Puy du Fou respetan las tradiciones culinarias de sus épocas y de cada zona de España. De manera que en las jaimas del Askar Andalusí ofrecen recetas y dulces orientales, al tiempo que en la Hospedería de Santiago, en la Puebla Real, el comensal disfrutará de históricos platos de cuchara.

Sostienen los responsables de Puy du Fou que no quieren “ser un parque de espectáculos, sino que todo el parque sea un espectáculo”. Algo que, sin duda, han conseguido.