La Fórmula 1 se inmuniza

[SHAKIRA]

Después del largo invierno vuelven a bramar los motores en el Mundial de Fórmula 1, pero contra todo pronóstico el mayor ruido no se produce en el asfalto, sino en los garajes. La decisión de algunos pilotos de aceptar la vacuna contra el coronavirus puesta a su disposición por el Gobierno del Emirato de Bahréin acaparó ayer la atención en el circuito de Sakhir, escenario de la primera jornada de entrenamientos de pretemporada. Entre los que accedieron a inocularse una primera dosis está Carlos Sainz, quien lo reconoció sin mayor problema durante una rueda de prensa en la que participó junto a Sergio Pérez y su excompañero en McLaren, Lando Norris. Sainz, que estrenó de manera oficial el Ferrari SF21 durante la sesión vespertina, admitió que vio en el ofrecimiento del Emirato «una gran oportunidad». «Obviamente, estoy agradecido con el Gobierno de Bahréin por ofrecérselo a tanta gente que viaja por todo el mundo. Estoy feliz con ello». El madrileño recibirá el segundo pinchazo justo antes del arranque de la temporada, en este mismo escenario dentro de dos semanas. Hará lo mismo el mexicano Checo Pérez, nuevo piloto de Red Bull, quien admitió que en su país tenía difícil acceder a una: «Nos la ofrecieron y decidí tomarla. En México no sé cuándo podría haberla conseguido». Pérez es uno de los seis pilotos del Mundial que han pasado el coronavirus. Él, Lewis Hamilton y Lance Stroll se contagiaron en mitad del pasado campeonato, lo que les obligó a perderse un gran premio a cada uno. Pierre Gasly, Charles Leclerc y el mencionado Norris superaron la enfermedad durante los meses de invierno. El británico de McLaren admitió que aún está valorando su decisión. «Es algo personal, pero de momento estoy sano y me quedo como estoy». Inmediatamente se abrió un debate, tanto en el propio circuito como en las redes sociales, sobre la conveniencia de que pilotos jóvenes y en buena forma física accedan con privilegios a una vacuna que está costando tanto administrar al grueso de la población mundial, incluso a las personas consideradas de riesgo. Fue el pasado 1 de marzo cuando el Gobierno de Bahréin hizo un ofrecimiento formal a la organización del Mundial de Fórmula 1 para administrar la vacuna de Pfizer a todos los componentes del paddock. Pretendían aprovechar la diferencia de dos semanas entre estos entrenamientos y la disputa del primer gran premio. La F1, atendiendo al calendario de vacunación del Reino Unido y para no dar privilegios a sus empleados, rechazó la propuesta, pero dio vía libre a las escuderías para que actuaran del modo que mejor creyesen. Según varios medios italianos, el 90 por ciento de los miembros de Ferrari aceptaron vacunarse. Sainz sería uno de ellos. La decisión del equipo rojo se habría tomado de común acuerdo con las autoridades sanitarias italianas y de la región de Emilia-Romagna, donde se encuentra la sede de Maranello. A día de hoy, Bahréin ha administrado a su población más de 500.000 dosis de vacunas, según datos de la agencia Reuters, un número de dosis suficiente para haber inmunizado completamente al 15 por ciento de sus habitantes. Desde hace semanas también viene ofreciendo la vacuna a las personas extranjeras que aterrizan en el país, en una práctica común con otros emiratos del Golfo Pérsico. Fue así como se vacunaron las infantas Elena y Cristina en Abu Dabi durante una visita a su padre, el Rey Juan Carlos. Bahréin también confirmó la semana pasada que pondrá un amplio paquete de entradas a la venta para el fin de semana de gran premio, pero solo para aquellas personas que ya hayan recibido la vacunación completa o se hayan recuperado de la enfermedad en las últimas semanas. Vía libre a Tokio 2020 La vacunación masiva en la Fórmula 1 se produce apenas unos días después de que el Comité Olímpico Internacional aceptara una oferta parecida para todos los deportistas olímpicos por parte del Gobierno chino. Thomas Bach, presidente recién reelegido del COI, dio el visto bueno a esta proposición que tendrá efecto tanto en los Juegos de Tokio del próximo verano como en los invernales de Pekín 2022. El COI pagará todas esas vacunas chinas y donará dos más a cada país de los deportistas receptores. El Mundial de MotoGP también se ha beneficiado de la generosidad de Qatar, quien igualmente se ofreció a vacunar a todos los miembros del paddock. En este caso Dorna, la organizadora del campeonato, sí aceptó la propuesta. «Esta temporada, Qatar acogerá los test de pretemporada de todas las categorías, así como los dos primeros grandes premios, y toda la familia de MotoGP estará presente en Qatar alrededor de cinco semanas», explicó la promotora dirigida por Carmelo Ezpeleta en un comunicado esgrimiendo motivos de salud y seguridad. «Es una oportunidad, porque en casa tengo gente mayor y a mi mujer embarazada conmigo viajando por el mundo, así que se agradece que podamos tener un poco de inmunidad. No quiero ser el que lleve el coronavirus a casa», explicaba ayer Maverick Viñales poco después de recibir la primera dosis. No hace ni un mes que el Mundial de MotoGP despedía a Fausto Gresini, doble campeón del mundo de 125cc y uno de los jefes de equipo más carismáticos del Mundial, quien fallecía por Covid-19 a los 60 años después casi dos meses ingresado en la UCI. Tal vez por ese motivo en el paddock de las motos no haya habido tantas dudas al respecto.

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