'Amores en Zarza', la periferia de la juventud

[Amaya]

Zarzuela y juventud son dos términos alejados entre sí que Daniel Bianco se empeña desde hace años en acercar. Por eso creó lo que él llama su «niña bonita», el Proyecto Zarza, que consiste en zarzuelas hechas por y para los jóvenes. Hoy se levanta la quinta edición, en la que se da una vuelta de tuerca al proyecto. Tras la adaptación de títulos tan emblemáticos de nuestro género lírico como 'La revoltosa', 'El dúo de 'La africana'', 'La verbena de La Paloma' y 'Agua, azucarillos y aguardiente' –todas piezas de género chico–, esta vez se cuenta con una obra de nueva creación, 'Amores en Zarza'; al menos su libreto, cosido en torno a una docena de números musicales procedentes de títulos como 'El año pasado por agua', 'Don Manolito', 'La del manojo de rosas' o 'La patria chica'. 'No son fragmentos de lo más conocidos, aunque sí son reconocibles', explica el director del Teatro de la Zarzuela.De la selección de estos números y de la dirección musical del espectáculo se ha ocupado Miquel Ortega, que asegura que «no es una antología», sino que se ha buscado una unidad dentro de la variedad, y se han reunido números festivos no muy alejados entre sí en el tiempo: «Entre ellos hay cuatro o cinco décadas como mucho». El encargado de encajar los fragmentos zarzuelísticos dentro de una historia y un argumento ha sido Nando López, que a su faceta de dramaturgo -estos días se puede ver en los Teatros del Canal su magnífica obra 'Desengaños amorosos', sobre los textos de María de Zayas- une la de haber sido profesor de instituto, con su consiguiente experiencia con jóvenes y adolescentes. «He querido escribir algo que transmitiera ilusión y esperanza, la que se le está robando a la juventud, antes incluso de la pandemia -el texto está creado antes de declararse ésta-. Es un canto de amor a la juventud».¿Por qué hablar de amor? Lo explica Daniel Bianco: «A lo largo de estos años hemos preguntado a los chicos que venían a la Zarzuela qué era lo que más les preocupaba, y había dos asuntos por encima del resto: el amor y el cambio climático». Asi que, dice, «decidimos hacer esta obra sobre el amor, contado en todas sus formas; se habla del amor en general».Rita Cosentino (que ha firmado ya en el Teatro Real espectáculos de ópera para niños) dirige a 17 jóvenes intérpretes -«se combinan voces líricas con voces de cantantes-actores, como es tradición en la zarzuela», explica Ortega-. Nuria Castejón es la coreógrafa; Elisa Sanz firma el vestuario y la escenografía -un parque con pista de skate en la periferia-, y Juanjo Llorens la iluminación.

[Solo los usuarios registrados y activados pueden ver los enlaces. Haga clic aquí para registrarse ... ]