Los buitres, terror de la ganaderías, devoran a los becerros recién nacidos y a sus m

[SHAKIRA]

Protección al buitre y desprotección al ganado. Esa es la realidad del nuevo ecologismo que denuncian los ganaderos. De manso y de bravo. Muchos criadores de toros de lidia han visto cómo un buitre devoraba a un becerro recién nacido. Y aún más: buitres devorando a la madre y al hijo. «A una novilla que estaba pariando. La atacaron y se comieron a una novilla y al becerro», escribe en redes sociales la ganadería Toros de Ojailén y Javier Gallego. Una realidad pura y dura, tal y como señalan en la ganadería brava de Montealto: «Gracias a los nuevos animalistas y sus grandes conocimientos, nuestras reses se ven atacadas continuamente por manadas de buitres. Suma y sigue», critica en su perfil de twitter. Palabras que acompaña con un becerro devorado por los mismos buitres que sobrevuelan un cerro. Devorado por los buitres en la ganadería de Montealto«Cuando los buitres están muertos de hambre porque no tienen que comer atacan animales vivos. Los más debiles. En este caso becerros. Por experiencia propia han atacado a corderos recién nacidos», explican desde Toros del Ojailén. A corderos, a becerros... A los más pequeños de cada familia de una ganadería. A veces se llega a tiempo para salvarlos, pero la mayoría acaban siendo devorados... Estas quejas se suman a las recientes del ganadero del Montecillo , que vio cómo los buitres acababan con seis de sus becerros. «Es una imagen desagradable, pero me gustaría que conocieseis todo lo que conlleva ser ganadero. Aparte de muchas cosas buenas (otras no tan buenas), vivimos una realidad en la que se protege al buitre, pero se desprotege al ganadero y sus animales. Este becerro era una ilusión como cada uno que nace en nuestras casas. Era el hijo de una vaca importantísima, la 262, tentada por @jsfino (Finito de Córdoba), Ilustrada». La imagen no era otra que la de un becerro muerto tras ser atacado por los buitres. Y las palabras eran del ganadero David Sánchez Medina, que denuncia la desprotección que se sufre en las ganaderías, en este caso de lidia. El nieto de la vaca «Ilustrada» ya no podrá crecer ni alcanzar el «estatus» de toro de lidia. Los buitres lo han devorado... «Por cierto, se los comen vivos», aclara el criador de bravo. «Es muy duro ver a una vaca rodeada de buitres que intentan comerse al becerro cuando ya han pasado horas desde que ha nacido. Y la vaca, protegiendo al becerro como podía. Gracias a Dios llegamos a tiempo». Aquellos descendientes de Toros del Ojailén corrieron más suerte, pero son muchos los becerros que acaban devorados por los buitres. Y, también, alguna madre...

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