Cs y Vox dejan solo al PP con su plan B frente al estado de alarma

[SHAKIRA]

El plan B del Partido Popular para poder hacer frente a la pandemia con herramientas jurídicas alternativas al estado de alarma naufragó ayer en el Pleno del Congreso. El centro-derecha se rompió en pedazos en un debate en el que, por un lado, Ciudadanos aprovechó para distanciarse del PP con un rechazo a su reforma, y por otro, Vox arremetió con dureza contra los populares y en concreto contra su portavoz, Cuca Gamarra, a la que acusó de plantear solo «tonterías». Gamarra había buscado el diálogo con todos los grupos parlamentarios para explicarles la Proposición de ley orgánica de protección de la salud y de los derechos y deberes fundamentales y pedirles su apoyo. El intento chocó con el desdén de la mayoría de los grupos, y solo logró la complicidad del PNV, Foro Asturias, Coalición Canaria y UPN. La toma en consideración de la ley se rechazó por 98 votos a favor, 249 en contra y 1 abstención. Gamarra expresó su extrañeza sobre todo por el rechazo de Ciudadanos, quien hace solo unos meses, cuando apoyó las últimas prórrogas del primer estado de alarma, ponía como condición que se aprobara un plan jurídico alternativo. «No sé qué ha cambiado para que Ciudadanos haya pasado de exigir un plan B jurídico al Gobierno a decir que a día de hoy no es necesario, cuando la pandemia no ha terminado y tienen que seguir luchando contra el virus», comentó la portavoz del PP. Gamarra acusó al Gobierno de Sánchez de no haber hecho los deberes cuando pudo: «Les ha podido la pereza legislativa». La segunda ola sorprendió al Gobierno sin haber puesto en marcha ninguna reforma, y finalmente se vio obligado a aprobar otro estado de alarma, durante seis meses, para poder dar instrumentos legales a las comunidades con los que luchar contra el virus. El PP se abstuvo para no dejar desamparadas a las regiones, pero ya advirtió de que debía aprobarse una reforma jurídica en dos meses para poner fin a la situación excepcional que supone un estado de alarma. La idea de los populares no ha parecido interesar lo más mínimo a la mayoría de los grupos, que aplauden así el estado de alarma de seis meses sin necesidad de alternativa. Según Gamarra, no es admisible decir a los españoles que no hay otra posibilidad que el estado de alarma hasta que no termine esta pandemia, porque «hay una alternativa entre el estado de alarma y la nada» para no someter a la sociedad a la restricción absoluta de derechos y libertades, que es el plan B jurídico del PP. Vox y «doña Cuca» Para defender su voto en contra, el diputado de Vox José María Sánchez García optó por el ataque personal: «Doña Cuca, me gustaba más doña Cayetana». «No sé quién le ha escrito su discurso, pero no sabe lo que ha dicho y no ha entendido nada», comentó. A su juicio, es una proposición engañosa, que carece de sentido jurídico y político, llena de «tonterías», y que no va a la raíz de los problemas. El diputado de Vox acusó a la portavoz del PP de decir «disparates» y le animó a que pidiera a su «asesor» que se informara mejor. Incluso recomendó a «doña Cuca» que volviera a la facultad. Gamarra lamentó la «prepotencia, machismo y falta de rigor jurídico» del diputado de Vox. «Los españoles merecen un poquito de seriedad, respeto y estar a al altura de las circunstancias. Hablamos de más de 70.000 personas que han fallecido», recordó. El diputado de Vox tomó nota y replicó que la machista era ella. A esas alturas interesaba más la bronca entre Vox y el PP que la proposición que se examinaba. Algunos portavoces aprovecharon para recriminar a Vox sus palabras, como Edmundo Bal (Cs), quien mostró su solidaridad a Gamarra. Eso sí, dejó claro que su partido votaría en contra de la iniciativa del PP, porque a su juicio no sirve «ni como plan Z». Propuso, además, limitar por ley las prórrogas del estado de alarma a 30 días. También Junts per Cataluña salió en defensa de la portavoz del Grupo Popular al asegurar que ellos «nunca» dirían que lo que presenta el PP está lleno de «tonterías». Por el PSOE, Ana Prieto afirmó que el «gran error» del PP es «querer sacar rédito político de esta pandemia». Reclamó a los populares que sean «patriotas» y apoyen los planes del Gobierno. Desde ERC se exigieron todas las competencias para la Generalitat, y de paso se acusó al PP de dejar «morir a la gente en la pandemia» con sus políticas de derechas.

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