¿Chocolate? Cuanto más negro, mejor.

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¿Chocolate? Cuanto más negro, mejor.

Bueno para la circulación y la memoria, hay que tomarlo «como quien se quita la sal»



Nos gusta el chocolate en todas sus formas y variedades: tabletas, bombones, snacks, turrones... Al año, en España, comemos de media tres kilos y medio, según el último informe del consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Y durante el confinamiento nos hemos desatado: hemos comprado un 5% más que en el mismo periodo de hace un año.

Ahora lo que hay que mirar es si nuestra elección ha ido por el camino correcto. La respuesta es sí: el que más hemos metido en la cesta es el negro, el más saludable de todos y el que aconsejan que consumamos si no podemos resistirnos a este manjar de dioses, como llamó el botánico Linneo a la planta de la que procede su principal materia prima, el cacao.

El cacao natural es un alimento rico en «polifenoles, que son un grupo de sustancias químicas con un gran poder antioxidante», explica Sonia de Pascual-Teresa, científica titular del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). De hecho, «tiene propiedades vasodilatadoras», es decir, «permite aumentar el flujo sanguíneo».

Esto es bueno por varias razones, una de ellas es que resulta «antihipertensivo». Por otro, también «afecta a nivel cerebral», al aumentar el flujo de la sangre, mejora la llegada de oxígeno y de los nutrientes al cerebro. Vamos, que esa creencia popular de que el chocolate ayuda a estudiar tiene su base científica.

Por eso, la experta lo recomienda en niños y adolescentes. Ese mejor riego favorece que «haya un incremento en la atención y la capacidad de ejecución de funciones cognitivas». Y el momento perfecto para tomar este alimento y sacarle chispas es «la mañana o después de la comida», detalla la investigadora del CSIC.

– Entonces, esa oncita por la noche... ¿sobra?

– Hay que tener en cuenta que el cacao también tiene efectos excitantes, así que mejor a otra hora, sobre todo, si hablamos de niños y adolescentes.

– ¿Y eso de que tiene triptófano, que ayuda a dormir?

– Las cantidades de triptófano y serotonina que también tiene en el cacao son pequeñas. Son microgramos por gramo, cualquier tratamiento con serotonina necesita mil veces más para hacer efecto. Pero aun así, el triptófano, la serotonina, y más concretamente la melatonina, como reguladores del sueño se recomiendan tomar por la mañana.

A la hora de hacer la compra también tenemos que saber que no vale cualquier cacao. «Lo ideal es tomarlo puro. Con una cucharadita de postre es suficiente», sostiene De Pascual-Teresa. Pero, tampoco nos engañemos, resulta duro porque es muy amargo. Por eso, la científica recomienda ciertos trucos, como «mezclarlo con frutas o disolverlo en lácteos». Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, recuerda que en Sudamérica lo toman «rallado en leche caliente con pimienta de Jamaica y canela».

Mínimo del 70%
Si aún así nos cuesta, siempre podemos comprar una tableta cuyo porcentaje de esta materia prima sea «al menos del 70%», detalla la científica. A partir de esta cifra ya podremos beneficiarnos de sus propiedades. Pero Russolillo nos invita a dar un paso más allá y a que probemos «con el 80 o el 85%». Y si es 'bio' o ecológico, mejor:«Los que están dentro de esta categoría tienen un 30 o un 40% más de esos fitoquímicos vegetales beneficiosos que los que se producen de forma intensiva. Si son más efectivos para la salud aún está en estudio. Sin embargo, yo prefiero pagar un poco más por estos que, además, son respetuosos con el medio ambiente. Aunque si no se puede, tampoco pasa nada», opina.

Encontrar chocolate con un gran porcentaje de cacao en el súper no es difícil, los hay hasta con el 99%. El problema es su sabor, muy lejos de nuestros recuerdos infantiles de lo que es este producto. «Tenemos que pensar en por qué queremos tomarlo. Si es por placer, en un momento muy concreto y su consumo es puntual, tomemos el con leche», detalla el experto. Pero si lo vamos a tomar con más frecuencia y queremos sus beneficios, tendremos que educar el paladar.

– ¿Y eso cómo se hace?

– Pues como quien se quita la sal. Al principio es durísimo, pero con el tiempo aprecias sabores que no conocías.

Y cuando Russolillo dice «con el tiempo», se refiere a meses. En el caso de la sal se tarda «de dos a tres» en superar la prueba. Y para empezar a disfrutar pueden pasar «de tres a seis». Así que si ha empezado ya y no consigue todavía disfrutar esa onza –ojo, no más–, no desespere, esto es una carrera de fondo.

– ¿Y si optamos por escoger el que tiene edulcorantes?

– Los que se usan en la industria alimentaria son seguros. No deberíamos preocuparnos por eso.

VERDADES Y MENTIRAS DEL CHOCOLATE
Ojo a la etiqueta
La legislación alimentaria española define el chocolate como un alimento hecho con productos de cacao y azúcares «que contenga un 35% como mínimo de materia seca total de cacao». Para beneficiarse des sus propiedades, tenemos que conseguir uno con el 70% o más.
Una onza para levantar el ánimo
Si estás triste y te da por comerlo no pasa nada, pero no te va quitar los males. La serotonina y el triptófano que tiene el cacao si que pueden estar implicados en la sensación de bienestar, de satisfacción, que produce, pero no es antidepresivo.
¿Viagra natural?
En la cultura popular se cree que tiene propiedades afrodisiacas, pero no es cierto. Las fresas con chocolate ponen mucho, pero el único placer que dan es el de comerlas.
Me salen granos...
Pues no es por el chocolate. No hay ningún estudio que avale esta afirmación. Es más probable que detrás del acné estén otros factores como la herencia, las hormonas, el ciclo menstrual, la toma de medicamentos...