Cómo salvar mi matrimonio

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Cómo salvar mi matrimonio

Nadie dijo que las relaciones fueran fáciles y los matrimonios menos. En torno al matrimonio se generan una serie de expectativas que muchas veces difícilmente se ajustan a la realidad. Nos relacionamos, nos enamoramos, hacemos planes, nos equivocamos, cambiamos y crecemos como personas. Pero estos cambios (o la ausencia de ellos) a veces pueden hacer peligrar esa relación tan querida que tenemos. Si esta es tu situación, sigue leyendo este artículo de Psicología-Online para descubrir algunos tips sobre cómo salvar tu matrimonio.

Cómo salvar mi matrimonio: 5 consejos
¿Cómo salvar un matrimonio destruido? Para abordar los problemas con tu pareja e intentar poner solución te proponemos 5 aspectos esenciales:

Analizad vuestro matrimonio. Descubrid lo que falla, ¿por qué va mal?, ¿cuál es el motivo o motivos? Y una vez halladas las razones, pensad ¿tienen solución?, ¿qué puede hacer cada una para mejorar vuestro matrimonio? Y sobre todo, ¿estáis dispuestas a realizar estos cambios?
Aumentad la comunicación (tanto en cantidad como en calidad). Una buena comunicación es básica para cualquier tipo de relación, y esta no solo consiste en expresar tus sentimientos y necesidades con asertividad, sino también la escucha activa hacia la otra persona, con la voluntad de comprenderos y ayudaros. Aquí encontrarás más información sobre cómo mejorar la comunicación en la pareja.
Saliros de la rutina. Y de vuestra casa. La monotonía es como un virus silencioso que va infectando la relación sin que os deis cuenta. Es recomendable combatirla de vez en cuando con alguna escapada, viajecito, excursión… Además, pasar ese tiempo juntas fuera de vuestra rutina habitual os ayudará a fortalecer el vínculo entre vosotras. En el siguiente artículo puedes ver cómo salir de la zona de confort en una relación.
Avivad la pasión. Pero no os vayáis a un hotel… ¡sino que os digan que os vayáis a un hotel! Porque aquí también se trata de romper con la rutina.
Terapia de pareja. Acudir a una especialista a tiempo puede ser la mejor solución, ya que os orientará en vuestro caso en particular y podrá aconsejaros lo mejor para vosotras. La terapia de pareja te puede enseñar muchas estrategias, desde métodos para resolver los problemas, hasta formas de aviviar la pasión y mejorar las relaciones sexuales.

Cómo salvar mi matrimonio si él no quiere o ella no quiere
La razón más común de las rupturas matrimoniales es la falta de comunicación o entendimiento, por eso el consejo número 2 del apartado anterior es tan importante y no debe ser subestimado. Si notáis que en vuestra relación hay algo que no funciona y el otro miembro de la pareja está en modo pasivo, sin intención de intentar arreglarlo: toma tú la iniciativa.

Si te preguntas cómo salvar un matrimonio en crisis, primero, haz uso de los consejos 1 y 2: comunícate con tu pareja para averiguar cómo percibe ella vuestra relación, qué cree que falla, qué debería cambiar, etc. Luego, empieza a realizar de verdad esos cambios. Si tras un tiempo sigue con la actitud pasiva del principio, plantéate bien si realmente quieres seguir con la relación, porque al final un matrimonio es cosa de dos y deberíais trabajar y sentiros cómodos ambos miembros. Si solo intentas tu salvar el matrimonio, seguramente no será suficiente.

Además, aunque al principio una ruptura parece el fin del mundo, también conlleva algunas cosas positivas cómo una oportunidad para el crecimiento personal y un nuevo estilo de vida más gratificante. En el siguiente artículo encontrarás cómo superar una ruptura de pareja.

Tomarse un tiempo separadas también puede ser una opción si la persona que quiere arreglar las cosas se siente atascada. Aunque a priori parezca que es cómo dar un paso en dirección contraria a tu meta, un tiempo separadas puede ayudar a daros cuenta y valorar la relación que tenías, además de disponer de un espacio para reflexionar sobre la relación y lo que realmente queréis.

Cómo salvar mi matrimonio después de una infidelidad
Se estima que el sexo extramarital en España lo practica 1 de cada 3 hombres y una de cada 4 mujeres, más frecuentemente a partir del quinto año de matrimonio. Las motivaciones pueden ser muy diversas: por variar (aburrimiento o romper rutina), como una forma de expresar hostilidad o tomar represalias hacia el cónyuge, insatisfacción con la vida matrimonial, como forma de validar la falta de afecto hacia la otra persona, para reforzar la autoestima, etc.

Las estadísticas también apuntan a que un 62% de los hombres perdonaría una infidelidad frente a un 51% de mujeres. Esto nos indica que un affair no tiene porqué ser algo imperdonable e irremediablemente destructor de tu relación, pero evidentemente se verá afectada por este.

Para salvar un matrimonio después de una infidelidad es imprescindible ser muy sincera contigo misma y con la otra persona, tanto si eres tú quien ha engañado, como la engañada. En caso de que seas la persona infiel, es importante que pienses bien qué te ha llevado a cometer el engaño para a partir de ahí hacer una profunda reflexión sobre tus necesidades, tu matrimonio, etc.

Si eres la que ha sido engañada, debes escuchar lo que tenga que decirte tu pareja y preguntarle lo que necesites, así como pensar si realmente quieres seguir con ella y cómo hacerlo a partir de ahora. A partir de ahí, escucharos, poneros una en el lugar de la otra, intentad entenderos, y negociad cómo queréis salvar vuestro matrimonio. El articulo mi marido me engaña y no lo reconoce, ¿qué hago?, puede ayudarte a saber cómo lidiar con esta situación.

Cómo salvar mi matrimonio después de una separación
Muchas veces las separaciones son el preludio de los divorcios, pero no siempre tiene porque ser así. La duración media de los matrimonios en España se encuentra en torno a los 17 años y las rupturas matrimoniales son más frecuentes en segundas nupcias.

Después de una separación, si los dos miembros de la pareja estáis dispuestos a reconciliaros y a trabajar para que el matrimonio salga adelante, es muy probable que hayáis hecho una reflexión sobre vosotras y vuestra relación. También es posible que os hayáis dado cuenta de cuánto y cómo queréis estar con la otra persona, y, en la mayoría de los casos, esto implica que se deben realizar ciertos cambios en las dinámicas del matrimonio. Hablad bien estos puntos y sobre todo tomaros las cosas con calma, que Roma no se construyó en dos días y una buena relación requiere unas bases sólidas sobre las que asentarse.