Niarchos, Onassis... una lluvia de millones cae sobre la sanidad griega

[SHAKIRA]

Ricas, glamurosas, legendarias... Las familias de armadores griegos como los Onassis, los Niarchos o los Latsis no se perdieron en las añejas crónicas de sociedad de los años 60, 70 y 80. Muy al contrario, las nuevas generaciones (más discretas, aunque no menos acomedadas) y sus fundaciones, así como otros clanes menos conocidos que forman parte de la impresionante flota mercante griega, se han volcado para ayudar al país durante la crisis del coronavirus. Y lo han hecho centrando sus multimillonarias donaciones en el sector sanitario griego. La lista es larga y la encabeza la Fundación Niarchos, procedente de la fortuna de Stávros Niarchos (en su día estimada en 22.000 millones de dólares) y quien fue el gran enemigo de Aristóteles Onassis. Incluso, se casó con la primera esposa de su rival, la bella Tina Livanós. Los rostros más conocidos de los Niarchos del siglo XXI son sus nietos Eugenia (socialité) y Stávros III, exnovio rebelde de Paris Hilton y ahora marido de Dasha Zhukova, ex de Roman Abramocich. La Fundación Niarchos, dirigida por el emprendedor sobrino-nieto del armador, Andreas Drakópoulos, ha anunciado una donación de 100 millones de dólares para una iniciativa mundial de ayuda para aliviar los efectos de la pandemia de COVID-19, parte de la cual llegará a Grecia. Pero el país ya está recibiendo más ayuda, gracias a un programa de 450 millones destinado a mejorar la sanidad pública griega, que incluye la construcción y equipamiento de tres hospitales en las ciudades de Esparta, Komotini y Tesalónica, y diseñados por el arquitecto italiano Renzo Piano. Niarchos (1909-1996), conocido por su exigencia, austeridad y tacañería, ha resultado ser, tras su fallecimiento un generoso filántropogracias a que el 20% de su inmenso patrimonio, muy bien administrado, se dedicó a esta fundación que tanto beneficia también a Grecia. Herederas Le sigue la Fundación Onassis, creada con la mitad de la fortuna del legendario Aristóteles (cuyo cómputo, según las estimaciones actuales, se situaría en 100.000 millones de dólares). Esa parte segregada de su patrimonio es la que habría correspondido a su hijo Alexandros, fallecido un accidente de aviación a los 24 años. Christina Onassis fue la otra heredera del armador y tras su muerte, en 1988, su única hija Athina recibió un inmenso patrimonio que se incrementó en 800 millones al cumplir los 30 años. Ahora, la Fundación Onassis se ha gastado más de 7 millones de euros en la compra de 13,5 millones de mascarillas quirúrgicas para las necesidades sanitarias de Grecia, que distribuirá el propio Ministerio de Sanidad. Por su parte, la familia de Yanni Látsis (1910-2003), quien a su muerte la revista «Forbes» cuantificó su fortuna en 5.400 millones de dólares, y hoy capitaneada por Spiros Látsis (su riqueza se cifra en unos 3.200 millones de dólares), se ha volcado en la mejora de las instalaciones de un hospital ateniense y la compra y distribución de 20.000 pruebas diagnósticas. Y en cuanto a la familia Angelopoulos (la madre, Yána, presidió el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004) ha entregado a su vez un millón de euros para las necesidades sanitarias griegas. Otras muchas familias de armadores han preferido centrar sus donaciones mediante la Asociación de Armadores griegos: más de 10 millones fueron recibidos en cinco días a finales del mes de marzo, que se destinan ahora a las necesidades de las UCI, respiradores, respiradores móviles y monitores de signos vitales, así como para la donación del equipamiento completo para 100 nuevas camas de UCI y demás material sanitario. También se entregará material sanitario a la Policía y a los guardacostas, así como a la tripulación del buque de guerra Gavdos, que vigila las fronteras del país. Más donaciones En esta lista figuran nombres de familias armadoras muy conocidas como los Vardinoyanis, Goulandris, Embirikos, Lemos y Nomikós (a esta familia pertenece Markos Nomikós, esposo de Victoria de Borbón). Se siguen recibiendo donaciones que centraliza esta asociación, que además en enero había anunciado la financiación de los gastos de renovación de todas las instalaciones sanitarias de los hospitales de la región de Ática y la compra de ropa de cama para todos los centros del país, por un total de 6 millones de euros. Los propietarios de las grandes empresas griegas también se han volcado en esta crisis: hasta la fecha, han hecho donaciones en efectivo o en equipamiento, siguiendo las necesidades del Ministerio de Sanidad, por valor de 23 millones de euros. Las donaciones incluyen camas de UCI y su equipamiento electrónico, respiradores, mascarillas de protección, otros suministros sanitarios y servicios de apoyo. Pero quienes hacen estas donaciones, centralizadas por la patronal griega SEB, mantienen su anonimato.

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