Dicen que es el único cementerio pirata conocido en el mundo

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Dicen que es el único cementerio pirata conocido en el mundo




Las leyendas de piratas casi siempre transcurren en alta mar, en barcos de madera precedidos de la enorme bandera negra con la calavera, botines robados y aventuras nómadas. Pero cuando morían en tierra, existe un lugar en el mundo donde estos bravucones corsarios pudieron descansar en paz para siempre.

Fieros, errantes, bebedores de ron, con el loro en el hombre y la humeante pipa en la boca, vistosos sombreros o coloridos pañuelos, casacas y sables afilados… en el imaginario colectivo numerosos distintivos simbólicos definen la idea que tenemos de los viejos piratas y sus vidas peligrosas pobladas de crimen y libertinaje. Más allá de las leyendas, existe un cementerio real en el que las almas de los corsarios reposan desde hace varios siglos.

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En los siglos XVII y XVIII, Île Sainte-Marie -conocida localmente como Nosy Boraha-, una pequeña isla a unos 8 kilómetros de la costa de Madagascar, albergaba a unos 1.000 piratas. Durante unos 100 años, se dice que cualquiera que haya sido alguien en el mundo pirata residía en este paradisíaco enclave cuando no navegaba en alta mar. La naturaleza brillaba allí salvaje y esplendorosa: las bahías rocosas y solitarias brindaban el escondite perfecto y su privilegiada ubicación a lo largo de la ruta comercial de las Indias Orientales permitía interceptar sigilosamente barcos llenos de tesoros.

Esta isla tropical albergaba las condiciones perfectas tanto para la actividad secreta de los piratas en sus puertos naturales y escondrijos como para darse a la buena vida acogidos por el clima tropical y espectaculares playas como esta.


Algunos bucaneros llegaron a criar familias completas en la isla pero, ¿qué sucedía cuando fallecían? En este lugar se enterraban como es debido en lugar de quedar relegados a las profundidades abisales del mar. De hecho, a día de hoy Île Sainte-Marie es el hogar del único cementerio pirata conocido en el mundo. Cuando los piratas morían, se enterraban en la cima de una colina con vistas al agua.

En el cementerio descansan leyendas como Thomas Tew y pueden verse tumbas desmoronadas adornadas con cráneos y huesos cruzados simbólicos. Aunque está abierto al público, la hierba crece alta y descuidada y solamente se conservan 30 lápidas intactas, lo que no impide que siga siendo un poderoso imán para viajeros aventureros y lectores ávidos de historias de piratas.

El enclave también sigue atrayendo las visitas de multitud de arqueólogos, intrigados por lo que hay debajo de las aguas, pues se cree que varios naufragios acontecieron cerca de su costa, incluida la infame William Kidd’s Adventure Galley.

La historia cuenta que al regresar a la isla después de sus conquistas, Kidd decidió que era hora de retirar su barco actual y comenzar de nuevo. Cargó su tesoro en un nuevo barco y hundió la Adventure Galley, junto con algunos de sus botines. Se dice que el temido capitán fue enterrado en posición vertical como castigo por todas sus fechorías.

Hoy en día en la isla residen más de 16.000 personas y la principal actividad es el turismo. Tras los arrecifes de coral, las aguas cristalinas y el encanto exuberante de sus playas, el cementerio sigue ocultando muchos secretos en su atmósfera espectral.