Garbiñe Muguruza se mete en la final del Open de Australia

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Garbiñe Muguruza se mete en la final del Open de Australia
0La española se enfrentará a la estadounidense Sofia Kenin

Garbiñe Muguruza confirmó hoy su regreso al primerísimo plano del tenis mundial al clasificarse a la final del Open de Australia en una tarde de ardiente calor en Melbourne. Número 32 del ranking mundial, Muguruza batió 7-6 (10-8) y 7-5 a la rumana Simona Halep, cuarta del ranking, tras recuperarse de cuatro bolas de set en la primera manga. La española buscará el título el sábado midiéndose a la estadounidense Sofia Kenin, 14 del ranking, vencedora de la heroína local y número uno del mundo, Ashleigh Barty por 7-6 (8-6) y 7-5.

¿Pensabas, hace dos semanas, al comenzar el torneo, que este fin de semana jugarías la final? La pregunta de la entrevistadora en el Rod Laver Arena, instantes después de terminar el partido, era pura lógica. “No piensas así, es casi dos semanas atrás, vas día a día, así avanzas. Muy entusiasmada de estar en la final, tengo un partido más el sábado”, respondió Muguruza, número uno del mundo hace apenas 27 meses.

Partido asfixiante
El termómetro subió hasta los 40 grados

Los antecedentes favorecían a Muguruza, que en tres enfrentamientos previos con Halep sobre cemento siempre había prevalecido. Pero hoy, con los termómetros en los 40 grados y el cemento a unos cuantos grados más, el desafío era durísimo. Pese a estar en desventaja en prácticamente todo el partido, Muguruza encontró el modo de revertir la situación.

“No pensaba en que estaba abajo, sabía que en algún momento iba a tener una oportunidad ante una rival que es durísima como Simona. Tengo 48 horas para recuperarme y jugar un partido para el que entrenas toda tu vida”, aseguró.


En el primer set, la española dispuso de una gran posibilidad tras quebrar el servicio de Halep: sacaba 5-4, solo debía defender su saque y la manga inicial sería suya. Inesperadamente, Muguruza entregó el juego en cero y el siguiente en 15 para pasar de 5-4 a 5-6. Salvó allí dos pelotas de set y dispuso de otras tantas para llevárselo ella. Falló en una y colocó una gran derecha paralela en la otra Halep.


Pero si en algo fue consistente Muguruza en este Open de Australia es en su capacidad de lucha. Desde aquella primera ronda que la vio perdiendo 6-0 el set de apertura, la española luchó, luchó y luchó. Hoy se recuperó de un tercer set point con un gran saque, otro más en un agotador intercambio desde el fondo y, arriesgando, logró llevarse el tie break por 10-8.

Halep estrelló la raqueta contra el cemento ardiente de Melbourne Park y se pasó los tres minutos de pausa antes del inicio del segundo set sentada en la silla y negando con la cabeza. No se perdonaba la oportunidad perdida. Muguruza, en cambio, había salido airosa de una apuesta peligrosa, porque fue ella la que más arriesgó: 18 tiros ganadores contra solo siete de Halep. Compensaban los 29 errores no forzados de la española, casi el triple que los 11 de la rumana.


En el segundo parcial se mantuvo la irregularidad. Muguruza pudo quebrar el servicio de su rival en el segundo juego, pero termino cediendo el suyo a continuación para recuperarlo enseguida. El partido era como una barca sacudida por la tormenta en medio del océano: cada vez que alguien hacía pie, volvía enseguida a caer.

Sin embargo, Halep estaba en ventaja en los números, pero Muguruza la superaba a nivel de mentalidad: cuando el segundo set parecía perdido se las arregló para imponerse al servicio de su rival, defender el suyo y, ya con la oportunidad a la vista, atacar con ferocidad, mandando desde el fondo de la pista y en la red, para salir a buscar el partido, la final y el regreso a un estátus que había perdido en las dos últimas temporadas, el de gran estrella del tenis mundial.

Campeona de Roland Garros 2016 y de Wimbledon 2017, Muguruza tiene la gran oportunidad de sumar la tercera de las cuatro coronas de Grand Slam existentes y, visto lo visto en este torneo, parte como clara favorita ante Kenin, una jugadora que llega por primera vez a una final de Grand Slam.