![](https://static1.abc.es/media/cultura/2020/12/16/conan-1-U04538614083WKv-620x349@abc.jpg)
Glasgow, 21 de diciembre de 1908. Marion Gilchrist, una anciana de 81 años de posición acomodada, yace en el suelo del comedor junto a la chimenea. Una alfombra de piel le cubre la cabeza en un intento por esconder la magnitud del estropicio. Porque a Gilchrist, que vive sola con su doncella en un gran piso en West Princes Street, le han aplastado casi todos los huesos de la cara y del cráneo. La doncella, que había salido a buscar un periódico vespertino, encuentra el cuerpo sin vida de la anciana poco después de las siete de la tarde. Ha sido golpeada de modo tan salvaje «que las fotografías de la autopsia muestran una cara que no parece humana». Gilchrist posee...
[Solo los usuarios registrados y activados pueden ver los enlaces. Haga clic aquí para registrarse ... ]
[Solo los usuarios registrados y activados pueden ver los enlaces. Haga clic aquí para registrarse ... ]