Jiménez Losantos revela en su nuevo libro el pasado franquista del abuelo de Pablo Ig

[Amaya]

En la España del Gobierno de Sánchez/Iglesias, el combativo periodista Federico Jiménez Losantos publica «La vuelta del comunismo» (Espasa), un ensayo que rastrea los vínculos entre el final de la Guerra Civil y la llegada al poder de una nueva generación de ideólogos comunistas, con Pablo Iglesias a la cabeza. «El libro es una herramienta para interpretar lo que va a pasar en los próximos meses, para que nadie diga que no lo vimos venir», advierte. Se refiere el autor al intento -que denuncia- de acabar con el régimen democrático del 78, tratando de anular la Constitución y la Monarquía y aprovechando el Estado de Alarma y la pandemia. «España es ya el país más comunista de occidente, pero es un hecho desagradable y los españoles, de momento, no quieren verlo», afirma, «está España blandita para luchar por nada». La carta del padre: «“Quiero colaborar con mi pobre persona en su Obra Eterna”, escribió Manuel Iglesias a Franco» El comunismo fue derrotado en la Guerra Civil, pero «desde hace 20 años está calando en España con mensajes como el de que se puede condenar la propiedad privada. Ha vuelto y lo tenemos en el poder, con Podemos aliado con el comunismo que representa Bildu». «Que la Guerra Civil fue contra el fascismo es una mentira que nos estamos creyendo, fue contra el peligro del comunismo que desde 1934 había dado muestras de que destruiría la República», añade. Este falso cuento de nuestra historia, «que resume la “memoria histórica”, es un invento de Zapatero, que puso en marcha leyes inconstitucionales y reabrió la herida de la Guerra Civil. Leyes que obvian la presunción de inocencia o que denunciaban que había que hacer justicia a las víctimas del franquismo, enterrando seis normas desde UCD para resarcir a militares y exiliados, entre otros». Dinastía Iglesias Jiménez Losantos dice que «son Pablo Iglesias y Podemos los herederos del legado de ZP, con la idea de que la Guerra Civil no ha terminado y se puede volver a ganar, lo cual es más fácil con Franco muerto, claro». Sobre la exhumación del dictador afirma que «sacar el cuerpo del enemigo muerto de su fosa es un acto brutal e inaceptable». El capítulo más jugoso del libro es la reconstrucción documentada del pasado del padre y el abuelo de Pablo Iglesias. La «dinastía inventada», según el periodista. El abuelo, refiere el autor, no es «un modelo de virtudes antifranquistas», como consigna su nieto, sino un «oportunista político», vinculado al grupo de ejecuciones de Margarita Nelken, con un papel en la oscura desaparición del marqués de San Fernando y su cuñado. Estuvo condenado a muerte en la posguerra y su pena fue conmutada por testimonios favorables y una carta de su puño y letra a Franco que dice (y en el libro se publica): «Serenísimo señor y Príncipe de Santiago... Quiero colaborar con mi pobre persona en su Obra Eterna»... Jiménez Losantos no le perdona «lo cursi». Alto funcionario con Girón Es sorprendente la posterior carrera de alto funcionario del régimen franquista que Manuel Iglesias desarrolló en el Ministerio de Trabajo de Girón de Velasco, publicando libros prolongados por el ministro falangista que defienden el nacionalsindicalismo y, más tarde, textos contra el adulterio y el aborto, o sobre problemas sexuales conyugales un tanto machoalfistas: «El trabajo del macho en el mundo consiste, según dicen, en dominar a la hembra...». Tan favorecido por el franquismo que era asiduo de las páginas de sociedad, como se ve en la hemeroteca de ABC. Sobre el padre del líder de Podemos, el libro es igualmente profuso en documentos y conclusiones para vincular sus simpatías al FRAP y sus actividades delictivas revolucionarias, «como el documento que reivindica el asesinato de un policía a cuchilladas». Recuerda que «el único comunismo que no aceptó la democracia fue el FRAP». El autor reivindica la izquierda decente de Besteiro y su intento de acabar la guerra en marzo de 1939, que fue aplastado por los comunistas. El libro está empapado de actualidad, desde «la mentira del 8-M» a la aprobación de los PGE que «les permitirá acelerar a toda velocidad sus planes». No en vano advierte que será muy difícil sacarles del poder: «La ruina económica que viene sería mala para el socialdemócrata. Para los comunistas es perfecta, les conviene», concluye.

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