Las «preocupantes» cifras del Covid que sitúan a Burgos al borde del confinamiento

[SHAKIRA]

La situación en Burgos capital por el Covid-19 es «muy preocupante», han incidido tanto la consejera de Sanidad, Verónica Casado, como el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. Tanto que, si dispusieran de la herramienta legal, el Ejecutivo autonómico hubiera decretado el confinamiento domiciliario de los más de 350.000 vecinos de la capital del Cid. Y es que mientras en el conjunto de la Comunidad parece que el avance del coronavirus se «estabiliza», aunque sigue habiendo dientes de sierra en la estadística de nuevos casos diarios, en la capital burgalesa el ascenso no encuentra el freno. Cerca de 1.700 positivos nuevos diagnosticados en los últimos siete días y una tasa de incidencia de 900 casos por cada 100.000 habitantes a una semana vista que, de seguir la tendencia, se situarían en los 1.800 a 14 días, el marco de referencia para evaluar la situación. Más del triple -y cerca del cuádruple- de los 500 que ya encienden el rojo de «riesgo extremo» en el que están todas las provincias de Castilla y León salvo Segovia. Pero no es la única cifra que ha hecho encender las alarmas. Son múltiples los números que deja el Covid-19 en Burgos que han llevado a la Junta a elevar las restricciones al máximo legal que ahora permite el estado de alarma, a la vez que han pedido al Ministerio de Sanidad que mueva ficha para poder ir más allá. Ya al comienzo de semana las sirenas del riesgo se encendían. La situación en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) es casi límite, sobre todo en las UCI. Las Unidades de Cuidados Intensivos se han extendido ya por otros espacios como salas de reanimación y quirófanos. Tal es la necesidad para dar atención a los pacientes con coronavirus que se han tenido que suspender ya más de una docena de operaciones programadas. Quirófanos adaptados Siete quirófanos se han adaptado para atender a enfermos críticos con el virus, mientras se mantienen otros cuatro operativos para atender cirugías programadas y urgencias. Además, se han derivado pacientes a otros centros como el Divino Vallés y Fuente Bermeja, además de negociar conciertos con la privada Recoletas para atender más operaciones. Y algún paciente también ha sido derivado al conocido como «Edificio Rondilla» que ha transformado el cerrado Hospital Río Hortega en un centro para atender a pacientes con Covid-19 que requieren hospitalización, pero sin ser críticos y así aliviar al conjunto de hospitales de la Comunidad que lo necesiten. La situación en las UCI de Burgos es la que presenta mayor saturación. Cierto es que ni los de Miranda de Ebro ni Aranda de Duero tienen unidades de críticos, pero en el HUBU los pacientes que han críticos con coronavirus ya son más que las camas habituales en estas unidades. Hay 45 mientras que la dotación habitual es de 42 camas. Ya se han extendido por otros espacios y cuanta con 87 habilitadas, en las que en total hay 60 pacientes. En planta hay 283 ingresados con positivo en coronavirus, a los que añadir los 14 de Miranda y los 18 de Aranda, que no tienen espacio para críticos. En total, el hospital tiene 610 ingresados y su ocupación supera el 72 por ciento en planta. La curva de contagios no ha parado de crecer en una ciudad que hace unas semanas estuvo bajo cierre perimetral.

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