Tras una semana de la borrasca, Toledo sigue colapsada

[SHAKIRA]

Rabia, impotencia y rechazo a la gestión que está realizando el Ayuntamiento de Toledo tras el temporal Filomena, han sido las palabras más repetidas por los vecinos del Casco histórico que este jueves aguardaban su turno, en una larga fila que desde las 10.00 horas se ha formado en la plaza de Zocodover por las personas que se han acercado para recoger sal y poder esparcirla por sus calles y aceras.«La alcaldesa y su equipo deberían esparcir la sal. Esto es indignante y preocupante porque tras una semana de la tormenta, los vecinos vemos que casi todo sigue igual y somos nosotros los que nos tenemos que buscar la vida», ha señalado Pilar, una de las mujeres que portando un carrito de la compra se ha preguntado si ha existido planificación por parte del Gobierno municipal ante una situación tan extrema. «Tengo mi puerta taponada y la calle está hecha una pena. Claro que los quitanieves han pasado, pero han movido la nieve hacia las aceras y ahí permanece».GALERÍAVea la galería completa (7 imágenes)Juan Carlos, con una mochila al hombro, ha explicado que no se puede ir improvisando y eso es lo que ha ocurrido en esta semana. Hay calles completamente intransitables, en las que ya se han formado bloques de hielo. «A la alcaldesa de Toledo se le ha olvidado que en el recinto amurallado viven muchas personas mayores». En este sentido, ha reconocido el trabajo que están realizando muchos vecinos que se han organizado por diferentes zonas de la barriada de la ciudad. Este es el caso del grupo de la zona Zocodover-Alcázar, que han colocado carteles por diferentes puntos de la ciudad, en la que se han puesto a disposición de los toledanos para acercarles alimentos y medicinas. El teléfono que aparece en el cartel es 925 330382.Mientras aguarda la llegada de la segunda saca de sal -parece que la primera se agotó en cuestión de minutos-, María no ha dudado en calificar la situación de «esperpéntica». A su juicio, que Toledo siga sin servicio de autobuses, sin recogida de basuras y algunas calles completamente cortadas, «no deja de ser grave. Yo vengo de la zona de la Cornisa y allí he visto a muy pocos efectivos trabajando, que no quiere decir que no haya gente despejando calles», ha señalado. Esta opinión es compartida por Pedro, que espera poder llevar una cantidad mayor de sal para ayudar a su amiga Maribel, que reside en el Corralillo de San Miguel, donde los residentes y las personas mayores no han podido salir de sus casas. «Están completamente aislados. Llevan más de seis sin poder salir a comprar comida y mi amiga me ha explicado que ayer se acercaron hasta allí algunos miembros del ejército, pero no pudieron despejar nada, al ver la cantida de hielo que se ha acumulado», ha puntualizado este vecino de la zona de la Magdalena.

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