Woody Allen, como sus personajes, es un tipo entrañable, con gusto por las mujeres jóvenes y, sobre todo, un genial cineasta. También ahora es un paria, exonerado por la justicia pero sentenciado en tierra pródiga después de ser acusado de abusar de su hija Dylan. Mia Farrow es una excelente actriz, algo tímida y, atendiendo a su libro de familia, adora a los niños –tiene catorce hijos, cuatro biológicos y diez adoptados–. Eso no quita que varios miembros de la prole la tachen de madre inestable, tóxica y de relegar a tareas domésticas a sus hijos adoptados. Encontrar la «verdad» siempre es complicado y requiere poner en orden un sinfín de matices, contradicciones y puntos de vista. Menos para Amy...
[Solo los usuarios registrados y activados pueden ver los enlaces. Haga clic aquí para registrarse ... ]
[Solo los usuarios registrados y activados pueden ver los enlaces. Haga clic aquí para registrarse ... ]