Mariló Montero y Melanie Olivares se fueron a hacer la trashumancia con un pastor. Sólo una etapa. «Una experiencia que cambiará sus vidas», decía la locución. Melanie se quedó bastante impresionada con el pastor. Pero tanto como para cambiar sus vidas... El pastor, Zacarías Fievet, es un tirillas oscense de 23 años que también practica la fotografía. «Entre ovejas» es el programa de El Terrat (Buenafuente también participará) que La 1 estrenó el viernes. «Entre ovejas» pensará Oliver que se llaman las comparecencias de Sánchez, ministros y otros cuando pasa las preguntas por el chino. Y, sobre todo, pasa de la prensa. Fievet (sí, a mí también me recordaba a Fievel, el ratón de los dibujos) es un pastor de alta montaña cuyos padres eran urbanitas pero hicieron «escuela de pastores» en Francia. Estudió fuera del valle de Benasque pero además de la fotografía se dedicó a las ovejas. El programa es la adaptación de «Sheep & Celebrities». Borregos y famosos. Aquí se ha preferido un título más parecido al «Entre amigos» de José Luis Moreno. «Entre ovejas». Lo mejor de todo es que Zacarías es virgen. En «Las chicas Gilmore» había vírgenes de Pipi cuando alguien no había visto «Pipi Calzaslargas». Zacarías es virgen de la televisión en general. No tenía ni idea de quiénes eran ni Melanie Olivares ni Mariló Montero. Melanie se lo explicaba cuando él preguntó qué había hecho. «¿Has visto 'Aida'? Pues la puta». «¡Qué pintón!», exclamó Mariló en las presentaciones. Le preguntaron si las ovejas tenían nombre. «Sí, todas las mil», dijo él de broma. Y yo entendí MILF. Estoy peor que Mariló porque, vaya, ¿pintón? El chico se da un aire ideológico a Rock Hudson en «Sólo el cielo lo sabe» y sus rollos del «Walden» de Thoreau. Pero no tiene la pinta de Rock Hudson. Ni creo que a Jane Wyman le hubiera gustado Zacarías, que se baña en el río pero tampoco es el señor Darcy de «Orgullo y prejuicio». Y solo me refiero a Colin Firth en la miniserie de la BBC, claro. Preguntaron a Zacarías, nombres aparte, cómo las llamaba. Y el dijo algo así como «crrrrrrrrrri». No voy con pastores, pero sí conozco el grito de Jacinto (Jona García) en «Acacias 38». El ieapaiaaaaaaaaá que sirve hasta para dormir al niño de Lolita. Mariló lanzó alguna vez el «crrrrrrrri». Lo que no paraba es de hablar. Hasta con los coches que pasaban. También tuvieron que montar una tienda de campaña. Mariló miró la etiqueta y vio el dibujo de dos personas. «Mira, podemos ponernos de pie». «No, eso es que caben dos personas», la corrigió Melanie. Mariló estaba a dieta y dio un trozo de su comida a Zacarías. Este se la dio al perro. Como Oliver al suyo las preguntas que no le vienen bien.
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