Los clásicos infantiles imprescindibles para todos los niños

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Los clásicos infantiles imprescindibles para todos los niños

Hacemos un repaso por toda la literatura infantil en busca de los libros que no pueden faltar en la biblioteca de cualquier niño. Estos son los clásicos infantiles que han acompañado a muchas generaciones y que, estamos seguro, seguirán acompañando a muchas más. ¡Coge papel y lápiz porque la lista que tienes que apuntar es grande!

l álbum ilustrado es el primer libro narrativo que aparece en las estanterías de nuestros hijos, y el formato en el que los niños empiezan a leer. ¿Cuáles son los imprescindibles para niños de 0 a 5 años? En esta lista no están todos los que son, pero son todos los que están.

Pensar en los libros “imprescindibles” para los niños no es fácil. En primer lugar, cada familia tiene sus preferencias. Somos los adultos los que adquirimos los álbumes, así que los gustos personales de padres y profesores marcan las primeras lecturas de los pequeños. Y, después, cada niño desarrolla muy pronto su preferencia por una historia u otra, se enamora de un personaje o de un dibujo. ¿Cuál es el libro imprescindible para tu hijo? Ese del que nunca se cansa, el que te pide que le leas una y otra vez.

Las editoriales nos regalan cada temporada novedades maravillosas, con historias potentes y bien editadas, varios niveles de lectura e ilustraciones que pasan a formar parte tan importante e íntima de nosotros (niños y padres) como las croquetas de la abuela, el asco que nos dan las arañas o las cosquillas de después del baño. En los últimos años, se está haciendo además un trabajo de recuperación y edición de obras clásicas que nos va familiarizando con los grandes autores anglosajones, italianos, alemanes o japoneses de siempre.

Porque el álbum es una obra pensada para la lectura compartida: es un libro para niños que aún no saben leer o están aprendiendo a hacerlo y se disfruta en compañía del adulto. Mientras mamá o papá leemos el texto, nuestro hijo ve los dibujos. Paramos aquí y allá para comentar detalles de la ilustración, contar los globos, hacer el ruido del camión, buscar a la gallina. Cada lectura es única y cada familia tiene una manera de leer en compañía.

No hay tema que se resista a este formato. Hay álbumes sobre emociones (miedo, alegría, soledad, rabia…), sobre las estaciones, la vida en la granja, la guerra o las rutinas de la escuela. Los hay para jugar y para ensimismarnos, para reír y para pensar. Todos van ayudando al niño a abarcar la realidad que le rodea y a darle una forma gobernable y estructurada.

Con tanta diversidad, lo que sí es recomendable es que ofrezcamos a nuestros hijos variedad de recursos, que estén en contacto con álbumes de formatos diferentes (pop-ups, de fuelle, con ventanitas, convencionales) y que les ofrezcan recursos gráficos y narrativos distintos, puntos de vista surtidos.

Estos libros infantiles clásicos son un buen punto de partida.

La pequeña oruga glotona
El álbum más emblemático del ilustrador Eric Carle, publicado por primera vez en 1969, no pierde ni un ápice de su magia. Acompañamos a esta pequeña oruga durante tres semanas, desde que es un huevecito sobre una hoja hasta que se convierte en una increíble mariposa. Pero lo importante es la primera semana, donde la muy tragona no para de comer y agujerear todo tipo de delicias. Carle utiliza para sus ilustraciones la técnica del collage con papel pintado a mano por él mismo. Los días de la semana, los números, las frutas, el ciclo de vida de una oruga… Podemos leerlo mil veces y seguiremos descubriendo cosas nuevas. Está editado en un montón de formatos distintos: cartoné, tela, desplegable…

Donde viven los monstruos
La obra más conocida de Maurice Sendak (1963) es más que un álbum, es un icono pop. Cuando Max se puso su traje de lobo y se dedicó a hacer faenas de una clase y de otra, su madre le mandó a la cama sin cenar. Pero Max no se quedó ahí. Emprende un viaje hasta el lugar donde viven los monstruos para correrse la juerga padre. Por su honestidad emocional, por su espíritu libre, por la calidad y la magistral integración de texto, ilustraciones y composición y por muchas otras cosas que descubriréis o intuiréis al leerlo, este álbum ocupa un lugar de honor entre los imprescindibles.

Babar. Todas las historias
Vale, la cuidada edición de Blackie Books, que reúne todas las historias de Jean de Brunhoff, con un tamaño considerable, no está pensada para dejársela a un niño de tres años mientras nos vamos a hacer la cena. Y ni falta que hace, porque es una lectura deliciosa para compartirla con los más pequeños y muy accesible, con su letra ligada, para los que ya se están soltando a leer. Babar, el rey de los elefantes, nació de las historias que Cécile, esposa de Brunhoff, contaba a sus dos hijos a la hora de irse a la cama. El primer álbum se publicó en 1931 y enseguida tuvo un éxito enorme en Francia y en Estados Unidos.

Elmer
A nosotros nos encanta su piel de mil colores inspirada en la obra del pintor alemán Paul Klee, pero lo único que Elmer desea es ser gris como todos los demás de su manada. El tierno elefante creado por David McKee tiene iniciativa e ingenio y nos habla de la importancia de aceptar nuestras diferencias, cultivar la propia identidad y pertenecer a una tribu. Y, si a tu hijo le gusta el personaje, podéis seguir con toda la colección.

El pollo Pepe
Son 10 páginas, 53 palabras, 3 pop-ups y un desplegable. Con estas mimbres, Nick Denchfield y Ant Parker crearon El Pollo Pepe, un álbum magnético para los niños a partir de un año. Tiene animales –la representación favorita de los peques en las primeras edades-. Se habla de comida y de las partes del cuerpo –dos aspectos esenciales en el aprendizaje de los más pequeños, que están descubriendo texturas y sabores, las rutinas de alimentación y su propio esquema corporal- y hay una mamá. Las ilustraciones, en colores planos, rezuman vitalidad y propone una sorpresa en cada pop-up muy bien anticipada. La tipografía nos ayuda a leer con más expresividad en voz alta (las palabras “grandes”, “mucho”, “enorme” están escritas… ¡enormes!) y muestra al animalito desde puntos de vista sorprendentes (¿Exceptuando a Pepe, cuántas veces has visto un pollito desde abajo?).

Hasta el infinito
“Puedes considerar este libro de diferentes formas: como un libro clásico, hojeando sus páginas, como una escultura de papel por la que vas a pasear… Puedes observar cada letra, tocarla, leerla en voz alta…”. Con estas palabras da la bienvenida al lector la ilustradora checa Kveta Pacovska. Troqueles, pop-ups, letras-casa, letras con caras, abstracciones… El rojo, el negro, el blanco y el plateado usados con una fuerza expresiva que estalla en cada página. En sus obras se aprecia la influencia de Kandinsky, Klee, Miró o Picasso. Su creatividad, libre y poderosa, conecta muy bien con la mirada infantil y es una llamada a mirar de otra manera y a enarbolar las tijeras, las témperas y el papel de aluminio para hacer algo grande. Pocas veces un abecedario con los números ha dado para tanto. El pequeño rey de las flores, Teatro de Medianoche, Caperucita Roja o Cenicienta son otros de sus títulos publicados en España.

Pequeño Azul y Pequeño Amarillo
El diseñador gráfico Leo Lionni creó esta historia para entretener a sus nietos en un viaje en tren, con unos trocitos de papel. Se convirtió en su primera obra para niños, a la que seguirían otras como Frederik (una vuelta de tuerca a la fábula de La cigarra y la hormiga), Nadarín o Álex y el ratón de cuerda. Pequeño Azul y Pequeño Amarillo es una historia de amistad, comprensión y convivencia donde los protagonistas son manchas de colores abstractas que juegan, conviven y se funden en un color común. ¿Existirían los merecidamente aclamados Por cuatro esquinitas de nada, de Jérôme Ruillier o Un libro de Hervé Tullet sin Leonni? Quién sabe.

Madrechillona
Tarde o temprano, te sucederá. Perderás los nervios con tu pequeño y le gritarás, sobrepasando los límites de la regañina, y te sentirás fatal. Y en ese momento los dos agradeceréis tener en casa esta pequeña joya de efectos sanadores escrita e ilustrada por Jutta Bauer. Una vez, la madre del pequeño pingüino se puso furiosa y le gritó terriblemente. El cuerpo de su hijo se rompió en pedazos que quedaron desparramados por el mundo… Pero ella va a arreglarlo. Puedes encontrar otros libros de la multipremiada autora alemana, incluida la serie Emma, en Lóguez.

El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza
Pocos temas de conversación son tan interesantes para los niños pequeños como las cacas. Es un gran asunto en sus vidas y en su desarrollo evolutivo. En esta historia escrita por Werner Holzwarth e ilustrada por Wolf Erlbruch, el pequeño topo recorre la granja preguntando a todos los animales, grandes y pequeños, si “aquello” que lleva en la cabeza es suyo. Las ilustraciones de Erlbruch, tiernas y llenas de humor, han hecho de este uno de sus trabajos más conocidos. Si quieres explorar lo que da de sí la temática de los álbumes ilustrados para niños, te recomendamos otros suyos como El pato y la muerte, La gran pregunta o Dos que se quieren.

Pocos temas de conversación son tan interesantes para los niños pequeños como las cacas. Es un gran asunto en sus vidas y en su desarrollo evolutivo. En esta historia escrita por Werner Holzwarth e ilustrada por Wolf Erlbruch, el pequeño topo recorre la granja preguntando a todos los animales, grandes y pequeños, si “aquello” que lleva en la cabeza es suyo. Las ilustraciones de Erlbruch, tiernas y llenas de humor, han hecho de este uno de sus trabajos más conocidos. Si quieres explorar lo que da de sí la temática de los álbumes ilustrados para niños, te recomendamos otros suyos como El pato y la muerte, La gran pregunta o Dos que se quieren.

Maisy
Maisy es una ratoncita blanca que se enfrenta a las mismas situaciones que muchos niños por primera vez: va al parque, al colegio, al circo o al dentista. Tiene unos amigos geniales –Charley el cocodrilo, la ardilla Cyril, el elefante Eddie…- y vive en uno de los mundos más coloridos de la literatura infantil gracias a las ilustraciones de su creadora, Lucy Cousins. Sus libros se encuentran en cartón duro, con ventanas, pop-ups, en tela…

Adivina cuánto te quiero
Mamá liebre y su pequeña hija compiten para demostrar quién quiere más a la otra: extienden los brazos, saltan, se ponen de puntillas… Las delicadas ilustraciones en tinta y acuarela de Anita Jeram y el amoroso texto de Sam McBratney, que dice mucho con una gran economía de palabras, han convertido esta historia de amor madre-hija en un clásico imprescindible para los momentos más dulces, en especial para ir a dormir.

El ogro de Zeralda
Tomi Ungerer es un autor que no puede faltar en la biblioteca de tu hijo. Provocador, libre, con mucho sentido del humor y un punto gamberro, su obra infantil más conocida en España es, posiblemente, Los tres bandidos, sin desmerecer a Emilio el pulpo, Rufus. El murciélago que adoraba los colores o ¿Dónde está mi zapato?, todos en Kalandraka. El ogro de Zeralda narra cómo una niña con grandes dotes para la cocina y pocos prejuicios consigue aplacar la ira de un ogro. ¿Serán felices para siempre?

El Grúfalo
Un ratón va por el bosque preguntando por el horrible Grúfalo, un monstruo de colmillos terribles, garras afiladas y una verruga venenosa en la punta de la nariz. ¡Todos se mueren de miedo! Pero cuando lo encuentra, descubre que no es tan fiero como lo pintan. Escrito por Julia Donaldson en versos pareados, como muchos de sus libros, las ilustraciones de Axel Sheffler son divertidas, llenas de pequeños detalles y muy narrativas. Si tuviéramos que elegir un bosque para vivir, los de este tándem estarían siempre entre las primeras opciones. Su trabajo destila humor, solidaridad y generosidad. Además de la secuela La hija del Grúfalo y la multitud de libros de pegatinas y juegos de los personajes, recomendamos El dragón Zog o Los cuentos del Bosque de la Bellota.

Los libros de las estaciones
Cuatro libros sin palabras (uno por cada estación del año) en los que se repiten escenarios y personajes. ¡Pero cuántas cosas pasan y cómo cambia todo entre la primavera y el invierno! En cada libro podemos ir siguiendo la vida de unos y otros. ¿A dónde corre la niña? ¿Qué pasará con el perro salchicha? Rotraut Susanne Berner nos lleva de paseo desde una casa en la que podemos curiosear todas las habitaciones, a las afueras de la ciudad, hasta un precioso parque, pasando por la granja, la estación de metro o la plaza del pueblo. Leerlo en formato grande es genial, pero la caja con los cuatro ejemplares y un formato más transportable también es muy apetecible.

Un día de nieve
Una mañana de invierno, Peter se despierta y ve todo nevado. El niño sale a la calle a disfrutar: se tira sobre el manto blanco para hacer angelitos, construye muñecos, juega con las pisadas… Al volver a casa, se lleva un poco de nieve para el día siguiente. Ya nos imaginamos lo que pasa, pero fuera… ¡queda un montón! Publicado por primera vez en 1962, Un día de nieve fue el primer álbum de la historia en el que el protagonista era un niño negro. Considerado por la revista Time como uno de los 100 mejores libros infantiles de la historia, el álbum de Ezra Jack Keats posee unas maravillosas ilustraciones realizadas con collages, recortes y acuarelas muy inspiradoras.

El gran libro de las palabras
Los diccionarios ilustrados temáticos de mayor o menor extensión son un clásico para primeros lectores. Y este de Richard Scarry es lo más. Podemos observar a sus reconocibles animales vestidos como los humanos, mientras van al parque y al colegio, comen, compran en el mercado… Aprendemos los tipos de barcos y camiones, formas y medidas, el nombre de las flores o el orden en que nos ponemos la ropa con sus deliciosas familias de conejos, osos o elefantes. La edición de Kókinos es bilingüe, así que es perfecta para aprender un montón de palabras en inglés. También han recuperado El gran libro de los números y El gran libro de la escuela.

Miffy
Es increíble la expresividad y vida que destila la pequeña conejita Miffy, creada por el diseñador holandés Dick Bruna para su hijo Sierk, con sus colores planos, su cara formada por dos círculos y un hocico en forma de aspa y sus formas geométricas. Traviesa, juguetona y positiva, sus historias son las de sus lectores y conecta de una manera muy directa con los niños más pequeños. Los últimos títulos publicados por Beascoa tienen una estética tridimensional y un tamaño más grande (snif).

600 puntos negros
Los libros de David a. Carter son auténticas esculturas de papel. Sus impresionantes pop-ups despliegan ante nuestros ojos un asombroso mundo de volúmenes, formas abstractas, texturas, trucos y adivinanzas visuales que fascinan a niños y mayores. En este título, hay que localizar los 600 puntos negros que se esconden en sus páginas. Preparaos para jugar, tocar y contar… y dejad que vuestro hijo también participe.

Gorila
Las emociones más íntimas tienen cara de primate desde que Anthony Browne eligió a estos animales para contarnos algunas de sus mejores historias. Sus sutiles y detalladas ilustraciones en acuarela nos sumergen en su libro más reconocido en el mundo de Ana. Su padre está siempre ocupado y cansado y no le presta ninguna atención. La niña está obsesionada con los gorilas, aunque nunca ha visto uno. La soledad, la incomunicación, el deseo de cambiar las cosas, la imaginación como tabla de salvación… Delicadeza, humor y muchos referentes para tirar del hilo.

Míster Magnolia
Una de las perspectivas más apetecibles de que tu hijo empiece a leer es saber que en algún momento se encontrará con Roald Dahl. Y cuando lo haga, ya con ciertas competencias lectoras, será de la mano del gran Quentin Blake, su ilustrador fetiche. Pero Blake también ha ilustrado para otros autores y ha escrito sus propios libros. Él es el responsable del divertidísimo Míster Magnolia, un cuento con el que se nos van los pies como si escucháramos una melodía pegadiza mientas acompañamos a su excéntrico protagonista y contamos del 1 al 10. Libre, irreverente, feliz, imaginativo, generoso. ¡Y eso que le falta una bota!

El Principito
Podríamos pasarnos horas hablando del Principito y las razones por las que todos los niños deberían leer, al menos, una vez en la vida. Pero son de sobra conocidas.

Solo os diremos que si lo leéis con los ojos de un niños descubriréis la maravillosa historia de un pequeño que cae, por sorpresa, en un mundo alejado de la tierra, donde no entiende nada. A ellos les servirá para entender muchas cosas de la vida adulta.

Si lo leéis siendo mayores, encontraréis una auténtica lección vital que os acompañará siempre. Y descubriréis, además, el secreto sobre por qué no podemos dejar de ver nunca el mundo con los ojos de un niño.

Matilda
Decimos Matilda pero podríamos referirnos, perfectamente, a cualquier título de Roald Dhal. Este autor, referencia en la literatura infantil, debe estar sí o sí en la biblioteca de vuestros pequeños y no se nos ocurre un título mejor que Matilda para comenzar.

Las aventuras de una niña extremadamente inteligente que fueron, incluso, llevadas a la gran pantalla.