Nadie vio racismo en 'Dumbo', 'Peter pan' o 'Los aristogatos', hasta que llegó la corrección política y decidió revisar el pasado sin tener en cuenta que están realizadas con códigos de otra época. Disney decidió entonces retirar de su catálogo infantil estas películas de dibujos animados, clásicos con los que han crecido varias generaciones y que hablan de valores, no de culturas, y no intentan imponer ideas más complicadas. Este revisionismo ha ampliado su lista de 'víctimas' y ha dirigido su ojo censor a Warner Bros., donde según un columnista de 'The New York Times' no solo hay personajes que perpetúan los estereotipos racistas sino alguno que normaliza «la cultura de la violación».Así, en su último artículo Charles M. Blow critica a personajes como el ratón Speedy Gonzales, «cuyos amigos ayudaron a popularizar el estereotipo corrosivo de los mexicanos borrachos y letárgicos». Tampoco escapa a su aguijón la mofeta Pepe Le Pew, que con su acento francés y sus aires de donjuán «normaliza la cultura de la violación». «El racismo debe ser exorcizado de la cultura, incluida, o tal vez especialmente, de la cultura infantil. Enseñar a un niño a odiarse o avergonzarse de sí mismo es un pecado contra su inocencia y un peso contra sus posibilidades», ha escrito en su columna Charles M. Blow, columnista afroeamericano de 'The New York Times'. Para este articulista, «Colón era un esclavista brutal y un traficante de esclavos» y Tarzán, «un hombre blanco semidesnudo en medio de una jungla africana que conquista, domestica y burla a los negros de allí, que son retratados como primitivos».
[Solo los usuarios registrados y activados pueden ver los enlaces. Haga clic aquí para registrarse ... ]