La Infanta Sofía, un cumpleaños que nunca olvidará

[SHAKIRA]

La Infanta Sofía nunca olvidará su decimotercer cumpleaños, que celebrará hoy en famila, pero sin amigos. Como tantos otros niños, jóvenes y adultos, tendrá que conformarse con las felicitaciones virtuales que reciba. Esta vez sí le acompañarán sus padres, los Reyes, que en otras ocasiones se encontraban de viaje oficial en los aniversarios de Sofía.Además de condicionar su cumpleaños y su rutina diaria -desde el 9 de marzo estudia desde casa por vía telemática-, la epidemia de Covid-19 también ha afectado a su progresiva incorporación a la vida institucional como Infanta de España. De hecho, sus primeras intervenciones en público han tenido que ser virtuales, como consecuencia de las medidas adoptadas para evitar los contagios. Pero ya tendrá oportunidad más adelante, cuando la epidemia remita, de demostrar cómo se desenvuelve a la hora de hablar en público.Extrovertida y espontáneaDesde muy pequeña, la Infanta Sofía se ha mostrado más espontánea y extrovertida que su hermana mayor, la Princesa Leonor (14), que ha crecido con la responsabilidad de saberse Heredera de la Corona. Y ello debe influir tanto como los genes en la formación del carácter de los Reyes. De hecho, la Princesa se parece a su padre en la forma de ser: ambos son reflexivos y contenidos, y saben que no necesitan hacer nada especial para llamar la atención, porque todas las miradas están puestos en ellos de forma natural. La Infanta Sofía, sin embargo, como todos los que ocupan el segundo lugar en la línea de Sucesión a la Corona, ha crecido con menos presión que su hermana mayor, aunque con la misma exigencia (humana, académica e institucional) por parte de sus padres.Y es que los Reyes conocen por experiencia propia -Don Felipe lo ha sufrido en su propia piel, como también lo ha sufrido el Príncipe Guillermo de Inglaterra- lo importante que es inculcar la responsabilidad institucional en los hermanos del Heredero/a de la Corona. No se trata solo de que ni ellos ni sus cónyuges creen problemas a la Institución, sino de que apoyen a sus hermanos en el desempeño de una misión extremadamente delicada.Algo que, a sus 13 años, la Infanta Sofía ya ha demostrado en público en varias ocasiones, especialmente en aquellas ocasiones en las que la Princesa de Asturias ha tenido que pronunciar discursos en público. Cuando la Heredera terminaba sus palabras, lo primero que recibía era un abrazo cariñoso de la Infanta Sofía.

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