Besos para dedicar

[winche]

Bésame. Mucho. Más. Mejor



Bésame. Mucho. Más. Mejor. Bésame que mis labios tienen sed de los tuyos. Bésame que me muero por saber a qué sabes. Bésame, por favor. Bésame hasta que se enciendan las luces. Y se apaguen las inquietudes. ¿O era al revés? Da igual, tú bésame que lo pide la canción y cada poro de mi piel. De hecho, puedes empezar por ahí pero no te olvides de recorrer cada centímetro de mi espalda que cada escalofrío que me estremezca el cuerpo se traducirá en caricias para mi alma.

Bésame en la mano, en la nuca y en los muslos. Bésame en los dientes cuando se me escape una sonrisa de la boca. Bésame aquí y ahora y en diferido. Te exijo todos los besos que me prometiste con palabras. Los grandes, los fuertes, los enormes. Los besitos y los besazos. Las onomatopeyas. Los quiero todos. Hago colección.

Me los guardo por si un día no respondes con un beso cuando yo te ofrezca mi cara. Por si te olvidas de nuestro lenguaje universal. Beijo. Bacio. Baiser. Petó. Musu. Kiss. Kuss. Kuss-kuss. ¡Qué hambre!

Bésame que hay una pareja ahí fuera con el récord de 58 horas y 650 millones personas que nunca se han dado un beso. Pero no lo siento por ellos, comparten otras muestras de cariño, lo lamento por sus labios, que nunca tendrán la ocasión de rozarse durante una eternidad con otros como los tuyos. Porque no se toca igual con la mano que con la boca. El tacto más sensible a los ardores de la fiebre. De todas las fiebres.

‘Beso es el contacto de dos epidermis y la fusión de dos fantasías’, dijo Alfred de Musset pero, ¿qué sabrá él? Sólo era un romántico y, para colmo, un poeta y un cuentista. Pero yo te digo que me beses. No importa cómo, ni cuándo, ni dónde. Pero que sea una respuesta espontánea a la instancia que leas en mis ojos como yo en tu boca, en su mejilla o en su frente.

Bésame hasta dejarme sin palabras que por algo es mi expresión favorita para decir ‘me gustas’. Muah.

[DarkNeo]

Muchas gracias guapa