Los aranceles al vino español le asoman al abismo en Estados Unidos

[Amaya]

Mientras el campo español protagoniza una serie de movilizaciones que, como mínimo, se alargarán hasta mediados de este mes; sectores como el vino se enfrentan desde el 18 de octubre a un obstáculo adicional: los aranceles del 25% por un montante de 764 millones de euros, impuestos por el gobierno de Donald Trump a este producto español (también al queso o al aceite), entre otros. El motivo: las ayudas públicas al fabricante aeronáutico Airbus.En una primera aproximación, la Federación Española del Vino (FEV), estima que nueve de cada diez bodegas españolas se están viendo afectadas - el 62,46% del volumen de lo exportado a Estados Unidos y casi el 70% de su valor, calculan desde el Ministerio de Agricultura- y, si estos aranceles se prolongan al menos hasta marzo, sus ventas se verían mermadas en entre un 35% y un 50%. Estados Unidos, recuerdan desde esta patronal, es el tecer destino exportador con una media de 283 millones de euros en el periodo 2014-2018 y, uno de cada cuatro productores, lo tienen como su principal comprador fuera de España.Para el máximo responsable de la FEV, José Luis Benítez, Estados Unidos no se puede «perder» y, el objetivo, sería mantenernos como estábamos. Sin embargo, según la patronal, el 90% de las bodegas se habrían visto obligadas a subir los precios una media del 17%. Al respecto, el director comercial del Grupo Marqués de Atrio Jorge Rivero, reconoce que estos aranceles les ha afectado «especialmente en los últimos tres meses del año pasado, que son los más importantes debido a la campaña de Navidad donde importadores, distribuidores y clientes finales han puesto el freno de mano en sus compras». No da cifras exactas pero admite que «la cadena de valor está absorbiendo el 25% del arancel en la mayoría de los casos» y teme que, si se alarga esta disputa comercial, sea el consumidor final quien pague los platos rotos.«Todo esto es una barbaridad. La realidad es que esto nos puede afectar muchísimo», añade Benítez. En este sentido, siempre según este informe, solo un tercio de los productores habrían decidido absorber todo el coste del arancel, aunque el resto asumen al menos una parte. «España es una gran exportadora de vino, gran parte a granel, cuyos grandes compradores son Francia y Alemania, mientras que Estados Unidos solo adquiere a granel el 5% de lo que importa de España», abunda el máximo responsable de la Federación Española del Vino. En este sentido, Benítez destaca que el mercado estadounidense es el segundo para los vinos envasados después de Reino Unido, «y muy superior a todos los mercados, menos en México y Canadá, en el precio medio por litro». Es decir, es «el gran escaparate de calidad» para el vino español. Las gestiones de España En esta batalla, está también el nuevo Gobierno español cuyo titular de Agricultura - Luis Planas- participó hace una semana en el consejo de ministros del ramo en Bruselas y pudo expresar sus quejas a su homólogoestadounidense Sonny Perdue. Al respecto, el investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Federico Steinberg, no prevé cambios a corto plazo y recuerda que, la previsible sentencia de la OMC (Organización Mundial del Comercio) en contra de las ayudas oficiales a Boeing, podría llevar al establecimiento de aranceles a Estados Unidos por parte de Bruselas. «Quien tiene que cambiar es Trump, que sigue usando los aranceles como medida de presión», comenta este experto. En este sentido, advierte que entre los demócratas también hay muchos proteccionistas. Por este motivo, apuesta por «abrir mercados y explorar productos de mayor calidad». Benítez (FEV) valora que «se está trabajando bien dentro de nuestras posibilidades» y apunta hacia un cambio de actitud en el lado estadounidense. Bruselas mueve pieza En cualquier caso, a nivel europeo, se comienza a reaccionar tras aprobarse a mediados de enero - a petición de Francia y España - un incremento de la financiación comunitaria del 50% al 60% a los programas de promoción del vino, durante los próximos 12 meses dentro del programa conocido como «PASVE 2019- 2023» con un presupuesto de 210,3 millones de euros.

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