Crítica de «Josep»: Boceto de un campo

[Amaya]

Hay películas que crean tendencia, más allá de su mérito singular. Una fue «La bruja de Blair» y otra «Vals con Bashir» que impuso, vete a saber por qué, la noción de «documental de animación», un absurdo en sí mismo. (Recrear hechos reales, ¿justifica el apelativo de documental? Si es así, lo merece toda ficción histórica, digamos, «El Cid»). En su estela se inscribe esta propuesta, centrada en un personaje real (el dibujante Joseph Bartoli) y el doloroso recuerdo de lo que sufrió en un campo francés junto a otros republicanos huidos de nuestra guerra civil.Nada que objetar a este ejercicio de memoria histórica. Sólo observar que lo más interesante de «Josep» a ojos de este escéptico (del cine animado, no de la historia) es justamente lo que lo aparta del documentalismo. A saber, algunas escenas concentracionarias de crueldad o empatía solidaria, cuya énfasis gráfico o valor simbólico lo traen del lado de la especulación o invención artística. Y el estilo (o estilos, que mezcla varios) libre de animación, que tiene momentos casi abstractos. Ah, un documental abstracto, eso sí que valdría la pena.Valoración de ABCPlayAntonio Weinrichter

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