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La práctica totalidad de los daños causados por la borrasca Filomena en vehículos, edificios y personas están cubiertos bien por los seguros privados, bien por el Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad pública adscrita al Ministerio de Economía. Lo primero que el afectado tiene que saber son las condiciones de su seguro de la vivienda, del local, de vehículo, etc... para conocer qué elementos de los mismos están cubiertos y en qué condiciones. Por ejemplo, la rotura de persianas y cristales normalmente están cubiertos por el seguro, lo mismo que los daños en las tuberías de agua que se congelan. En este caso, solo en el tramo que discurre por las terrazas o patios de las viviendas. En el supuesto de que la aseguradora considerase como «extraordinarios» los efectos de la borrasca, entonces los daños serían asumidos por el Consorcio de Compensación de Seguros siempre y cuando, y esto es muy importante, el afectado cuente previamente con un seguro. Se consideran «extraordinarios» los desperfectos causados por tempestades, huracanes, inundaciones y terremotos. Lo mismo sucede con los daños que afectan a las zonas comunes de un edificio de viviendas, en cuyo caso actuará el seguro contratado por la comunidad de propietarios. Las aseguradoras aconsejan recopilar toda la documentación posible, como fotos y vídeos, de los daños causados, máxime cuando por el estado actual de las carreteras y calles de muchas ciudades y el aluvión de partes, los peritos de las compañías puede tardar semanas en acudir a examinar presencialmente los desperfectos. Cuando los daños se producen en las personas, como caídas en la vía pública, actuará el seguro del afectado si lo tiene contratado. Al margen, podría presentar una denuncia ante el ayuntamiento correspondiente si considera que la vía estaba en malas condiciones.
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