Realities muy locos de Netflix que dejan por los suelos a «Supervivientes» y «Masterc

[SHAKIRA]

Aunque «Supervivientes» continuará emitiéndose pese al coronavirus y Televisión Española ya ha anunciado el regreso de «Masterchef» y continúa con «Maestros de la costura», no son estos los únicos realities a los que aferrarse cuando las series y el cine no son suficientes para sobrellevar el encierro. A menudo se ha denostado el género del realitie show por relacionarlo a constantes polémicas, pero lo cierto es que este tipo de programas no deberían dejarse de lado, sobre todo por estar entre los preferidos de la audiencia. En el género de la telerrealidad entran también, de hecho, los tan exitosos programas de reformas, al estilo «Tu casa a juicio», que han incrementado notablemente su audiencia en los últimos días, o los programas de cambio personal muy característicos de DKISS, como «Mi vida con 300 kilos» o «La doctora Lee», que están proporcionando grandes datos al canal temático. De entre las plataformas, es justo decir que Netflix es la reina en cuanto a realities locos y entretenidos. La compañía americana guarda en su catálogo auténticas joyas de lo absurdo que, si bien no suponen una gran aportación cultural, sí que enganchan al espectador como pocos productos lo hacen en el mercado. La empresa de streaming, además, sabe bien cómo elegir a sus concursantes. A continuación, un pequeño y útil repaso por algunos programas indispensables si, como nosotros, ya has comenzado a aburrirte de las lágrimas de Rocío Flores en «Supervivientes». — «Love is blind». Este realitie es una mezcla de «Casados a primera vista», «Confianza Ciega», «Gran Hermano» y «La isla de las tentaciones». Un grupo de solteros y solteras deseando encontrar pareja tienen citas entre ellos durante varios días. La condición indispensable es que no pueden verse, hablan en habitaciones separadas para intentar enamorarse sin dar importancia a su apariencia. Después de unos cuantos encuentros, algunos de los solteros encuentran a su media naranja y se comprometen. La historia no acaba aquí. Tras el compromiso, los tórtolos finalmente se verán las caras y tendrán que iniciar su convivencia en pareja. Además, pasarán unos días de vacaciones junto a otros miembros del programa, y ahí es dónde empieza el verdadero pastel. Sin entrar en spoilers, puede que algún soltero o soltera se percate de que erró en su elección y en realidad prefería al de al lado, mientras que otros se darán cuenta de que no es lo mismo hablar tras un muro que dormir en la misma cama. Peleas y broncas, aunque mucho amor, es lo que encontrarás en este programa de diez capítulos que tendrás que ver hasta el final si quieres saber cómo acaba la trama. — «The Big Family Cooking Showdown». Perfecto si en la cuarentena te ha dado por cocinar. Se trata de un programa estilo «Masterchef», con la peculiaridad de que se concursa en familia. Los participantes, al contrario que en el programa culinario de La 1, no tienen mucha mañana con la cocina, así que no se trata de imitar a una estrella Michelín sino de salvar las situaciones propuestas por el jurado. Disputas familiares y cocina, lo tiene todo. — «Nailed it». Es uno de los realities más famosos de Netflix. Un «Masterchef» de respostería, estilo «Bake Of», emitido en Telecinco, pero en versión bestia. Aquí, los concursantes tienen que imitar un postre propuesto por el jurado, aunque la gracia está en la poca mañana de los participantes con la repostería. Lo mejor del concurso es el resultado final de cada programa, en el que cualquier parecido de los postres con el original es pura coincidencia. Cuenta con tres temporadas y le queda cuerda para rato, porque es adictivo. — «Back with the ex». Dejamos de lado la cocina para volver al salseo sentimental. Como su propio nombre indica, el programa mostrará cómo varios exnovios se dan una nueva oportunidad tras meses o, incluso, años sin haber sabido nada el uno del otro. Es una auténtica joya porque, aunque algunos retoman la relación con bastante ilusión, el paso de los días (o de las horas) les hace recordar todo aquello que odiaban de sus exnovios y exnovias, volviendo a caer en los errores que llevaron al final de sus relaciones. Como en «Love is blind», el llanto y las peleas de sus protagonistas está asegurado. — «The Circle». Una joya que no deberías pasar por alto. La propuesta puede ser un tanto enrevesada pero no por ella menos interesante. Un grupo de personas convivirá en un mismo bloque de edificios, aunque jamás se conocerán ni se verán las caras. Tan solo sabrán los unos de los otros por lo que cuenten en sus redes sociales, donde el «postureo» y la mentira está a la orden del día. El perfil menos interesante, será expulsado del edificio y ganará, obviamente, el que más guste en el mundo virtual. En este realitie vale todo, hasta inventarse una identidad. Perfecto para reflexionar sobre la época de redes sociales e hiperconectividad que nos ha tocado vivir. — «La cámara del terror». Protagonizado por Gaten Matarazzo, uno de los niños de «Stranger Things», es el típico programa de cámara oculta cuya premisa es dar sustos a gente corriente. Las situaciones propuestas por el realitie son de lo más extravagantes, una especie de mezcla entre «Inocente, Inocente» y «Cuarto Milenio». — «Pompas fúnebres». Increíble, pero cierto. Netflix tiene un realiy sobre el trabajo en un tanatorio. Esta es la sinopsis que da la plataforma: «Los directores de funerales maoríes Francis y Kaiora Tipene, junto con su equipo, trabajan con buen humor y respeto mientras ayudan a familias a sobrellevar su pérdida». El programa narra el día a día de la funeraria aunque entremezclándolo con la vida de sus dueños y sus problemas. Lo realmente sorprendente de la producción, además de la premisa, son algunos de los encargos a la hora de dar sepultura. Ideal para el público más extravagante. — «Cheapest weddings». Un realitie sobre bodas baratas, ¿qué más se puede pedir? Si alguna vez viste los típicos programas de vestidos de novia de Divinity (Mediaset), te percatarás de que el concepto es similar, pero en versión lowcost. Los protagonistas deben organizar sus enlaces de la manera más económica posible, pero no por ello menos original...

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