Es conocida la anécdota del banderillero de Juan Belmonte que llegó a gobernador civil de Huelva en los años cuarenta, y al preguntarle al Pasmo de Triana sobre los méritos de su peón Joaquín Miranda y de cómo había alcanzado tal cargo, contestó con su característico tartamudeo y sin dudar: «Pues cómo va a ser, degenerando, degenerando».En los últimos años han sido escasos los toreros que cambiaron el traje de luces por la banda política, y aunque en las pasadas elecciones generales fueron varios los que optaron a ocupar un escaño en el Congreso, ninguno lo consiguió. El que estuvo más cerca fue Miguel Abellán, quien pese a no salir diputado por el Partido Popular, fue nombrado director gerente del...
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