Un bote de garbanzos en conserva
Salsa de tomate casera
Un calabacín
Aceite de oliva virgen extra
Pimentón
Sal
Perejil
Huevos (para acompañar)
1. Enjuagamos los garbanzos en conserva y los escurrimos. Calentamos un par de cucharadas en una sartén amplia y ponemos a tostar en ella los garbanzos. Vamos removiendo para que se doren.
2. En otra sartén salteamos el calabacín cortado en trozos pequeños. La idea es dorarlo a fuego alegre para que no suelte mucha agua y se quede un poco al dente.
3. Mezclamos los garbanzos con la salsa de tomate y el calabacín salteado. Añadimos pimentón y sal al gusto. Espolvoreamos con perejil.
4. Freímos unos huevos de acompañamiento.