Con apuros, con sufrimiento, casi de forma agónica, pero
España consiguió estrenar su casillero de victorias en el
Mundial de Egipto. Cualquier otro resultado habría asomado a la selección al abismo. Los
Hispanos construyeron el triunfo frente a
Polonia por 26-27 en un partido muy trabado, con un protagonismo inesperado de
Adam Morawski, el guardameta polaco, que con un 45% de efectividad le puso muy difícil las cosas a los hombres de
Jordi Ribera, ahora líderes del grupo B y que dependerán de si mismos en el partido de este martes contra
Túnez para avanzar como primera de grupo a la main round.
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