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Había ganas de cine en Madrid. No es una suposición, es una realidad que se constata al ver cómo han volado las entradas del Autocine Madrid Race, que este miércoles abre sus puertas tras casi tres meses cerrados y ya tiene todo vendido para los próximos quince días. Todo lo que les permite la Fase 1, eso sí, que en su caso se traduce en 200 entradas. Sus responsables habían preparado todo semanas atrás, cuando la Comunidad de Madrid empezó a pedir al Gobierno el cambio de fase. En ese tiempo, entre negativa y negativa, Tamara Istambul y su socia Cristina Porta comenzaron a trabajar en adecuar los 40.000 metros cuadrados del recinto a las condiciones sanitarias que les exigían. El objetivo, tal y como dicen, es hacer del autocine «el lugar más seguro del mundo». Grease Para lograrlo, hasta 15 trabajadores estarán desde hoy atendiendo a los 100 vehículos que lleguen al espacio situado en Chamartín – Fuencarral. Son casi tantos como un día grande de antes de la pandemia, pero lo hacen para transmitir mayor sensación de seguridad y evitar cualquier susto. «Pareciera que nuestro tipo de negocio estaba hecho a medida para convivir con un virus de este tipo», explica Tamara al otro lado del teléfono, ajetreada al máximo entre reunión y reunión para que la luz del proyector brille esta noche con más fuerza que nunca: «Un autocine, "per se", cumple con todas las medidas que exigen: distancia de seguridad, ocio sin contacto con otra gente desconocida, pagos online, servicio de cena directamente al coche...», cuenta la responsable del centro, que ha instalado dosificadores de geles en decenas de zonas. Esas características son las que les han permitido ser la primera sala de la capital que reabre en Madrid. Los autocines se consideran «espectáculos culturales al aire libre», y como tal encajan dentro de la fase 1 de la desescalada. Pero, al mismo tiempo, esa norma limita el aforo a un tercio del recinto. «No tiene mucho sentido la limitación», lamentan desde el Madrid Race. «Tenemos distancia de seguridad de sobra. Nos da rabia, la verdad, pero es complicado que a nivel de instituciones», apuntan. Todo sea por avanzar rápido de fase, porque en la segunda podrán meter hasta a 450 personas y en la tercera, a 900. Para la «reentrada» del Autocine Madrid Race han elegido la película «Grease», el clásico de chupas de cuero, cardados, gomina y coches descapotables con el que inauguraron el recinto hace dos años. Después de «Grease», si todo marcha según lo previsto, llegará «Pulp fiction», del que algunas escenas se podrían rodar hoy en el restaurante del Autocine de aires años 50. Tras «Pulp fiction» sería el turno de «Cazafantasmas», después la semana musical con «La la land», «Yesterday».. Y así, entre clásicos, fiestas musicales y mucho amor por el cine, los espectadores del Autocine Madrid Race volverán a disfrutar de la pantalla gigante a la espera de los estrenos de nuevos títulos. Para eso habrá que esperar a julio. Pero nunca una espera fue tan cinéfila.
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