«Es verdad que son los mismos hoteles que se utilizan para el turismo, pero el día a día de los inmigrantes allí es muy distinto». Lo explica José Javier Sánchez Espinosa, portavoz y subdirector de Inclusión Social de Cruz Roja, la entidad encargada de atender a todos los náufragos que estos días llegan por cientos a Canarias.Ellos también se ocupan de asistir a estas personas tras ser identificadas por la Policía y derivadas a hoteles u otros centros. Por eso saben perfectamente cuáles son las rutinas de grupos como el compuesto por las 197 personas que el martes, después de ser desalojadas del sobrecargado muelle de Arguineguín, fueron reubicadas en un un complejo vacacional de Maspalomas (Gran Canaria).Los dispositivos de ocio de estas instalaciones no están operativos, por lo que no hay mucha alternativa más allá de permanecer en las habitaciones, que están ocupadas por un número reducido de personas, como confirma Sánchez, y descansar. «En ningún momento podemos impedirle a nadie la salida», advierte, sin embargo, el portavoz. Sánchez subraya que también siguen protocolos especiales contra el coronavirus, como aislar a los casos positivos u organizar a los inmigrantes en grupos -que coinciden con los contingentes de las pateras- para evitar el contacto: «Por ejemplo hay horarios de comida diferente para que se puedan mantener las distintas cohortes intactas».Además, Sánchez destaca la utilidad que tiene utilizar en estos momentos tan complicados hoteles a la hora de evitar posibles contagios y aislar tanto a las personas que han estado en contacto estrecho con un positivo, como a los infectados: «Necesitamos el modelo del hotel, que son habitaciones con un escaso número personas, más o menos cuatro, y baños individuales para proceder a los aislamientos».Los inmigrantes acogidos en este tipo de recursos asistenciales pueden permanecer en ellos durante tres meses, salvo algunos casos excepcionales. Sin embargo, como apunta el portavoz de Cruz Roja, suelen irse antes ya que sus redes familiares o sociales suelen continuar con la acogida.Más plazas en el CATEA la par que se estima que hay más de 5.000 inmigrantes derivados a hoteles por la falta de otros recursos asistenciales, Interior aseguró que ayer por la tarde se iban a realizar los primeros traslados al nuevo Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Barranco Seco, que podría llegar a atender hasta a mil personas para aliviar la situación en el muelle. No obstante, los sindicatos policiales, como el SUP, siguen reclamando más medios al Ministerio, tanto humanos como materiales, para hacer frente a una situación especialmente complicada que ya se alargar durante meses.
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